El análisis sanguíneo de prolactina debe realizarse en ayunas, es decir, el paciente no puede comer nada en las horas previas a la prueba y debe permanercer en reposo al menos quince minutos antes del análisis.
Antes de la menopausia, los valores normales se sitúan entre 2 y 20 nanogramos/ml y después de la menopausia, entre 0,17 a 19 nanogramos/ml.
Durante el embarazo se produce un aumento regular del nivel de prolactina, hasta 200 nanogramos/ml. Los niveles de prolactina en la sangre se mantienen altos durante todo el período de lactancia.
El valor normal de prolactina en el hombre se sitúan entre 2 y 15 nanogramos/ml
Se aconseja realizar un análisis sanguíneo para medir el nivel de prolactina en caso de esterilidad, tanto masculina como femenina y si se padece amenorrea -patología caracterizada por la ausencia ausencia del flujo menstrual fuera del embarazo- o galactorrea, consistente en la secreción de leche fuera del período de lactancia o en otros momentos.
El médico también necesita conocer el nivel de prolactina para poder evaluar una posible disfunción eréctil o impotencia o cuando el varón padece ginecomastia, un crecimiento excesivo de una o ambas glándulas mamarias.
Asimismo, los análisis sanguíneos de prolactina son necesarios ante la aparición de un adenoma en la hipófisis. Se trata de un tumor que crece con el paso de los años. El 10 % de los tumores intracraneales son adenomas.
Los resultados de un análisis de sangre para medir los niveles de prolactina no son suficientes para realizar un diagnóstico porque varían según el laboratorio donde se realicen. Para confirmar el diagnóstico el médico deberá confrontar los resultados del análisis sanguíneo con su examen clínico, una entrevista al paciente y los resultados de otros exámenes.
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