Existen muchos medicamentos que pueden aliviar diversas alergias y ayudar al paciente a soportar mejor sus manifestaciones, como los antihistamínicos.
Un antihistamínico es un medicamento que combate los efectos de la histamina, una sustancia inflamatoria, una molécula que tiene muchos efectos y es liberada en grandes cantidades durante las reacciones alérgicas. Existen diferentes presentaciones de los antihistamínicos: geles, aerosoles nasales y gotas para los ojos, así como tabletas para disolver bajo la lengua.
Este tipo de antihistamínico tiene como objetivo los receptores H1 y permite la lucha contra las reacciones alérgicas. Por lo general, se tratan de antihistamínicos a base de cetirizina y desloratadina. Los antihistamínicos H1 son indicados para el tratamiento sintomático de la rinitis alérgica (congestión nasal, secreción nasal, estornudos) o conjuntivitis alérgica. Solo mejoran los síntomas, pero no tratan la causa. Además de estas enfermedades, son prescritos para enfermedades dermatológicas alérgicas, urticaria, eczema, pero no son específicos para el asma. Esta es una molécula que ayuda a luchar contra la picazón de la piel o para aliviar los síntomas de las alergias graves y fuertes que, a menudo, causan 'shock' anafiláctico que puede comprometer el pronóstico vital. Los antihistamínicos pueden prescribirse tanto para adultos como para niños en forma de jarabe.
Los antihistamínicos H2 actúan sobre los receptores H2 localizados esencialmente en la mucosa gástrica. Ellos, de hecho, reducen la secreción ácida del estómago que se produce en caso de reflujo esofágico. En estos casos, el uso de medicamentos de venta libre pueden calmar los síntomas del reflujo gastroesofágico ocasionales en los adultos, según la prescripción médica, cuando los antihistamínicos no han aliviado los síntomas. Sin embargo, se trata de tratamientos específicos para casos graves de ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico), cuando los problemas parecen ser ocasionales y poco frecuentes, no curan el síndrome pero reducen los síntomas que pueden reaparecer más tarde.
Los antihistamínicos H2 se pueden tomar en función de los síntomas que presenta el paciente, por ejemplo, durante crisis de dolor, antes de las comidas o antes de acostarse, con el cuidado de no exceder las dos dosis al día. También es bueno respetar la duración máxima del tratamiento, cinco días para cimetidina y dos semanas para famotidina, así como el intervalo de al menos dos horas entre la toma de un antiácido y la de los antihistamínicos H2.
Respetar la dosis y duración del tratamiento. No tomar estos medicamentos por períodos prolongados sin el previo aviso médico.
Prestar atención a los tratamientos actuales y enfermedades asociadas con estos. La ingesta de medicamentos contra el reflujo no tienen contraindicaciones. Sin embargo, se recomienda leer el folleto incluido en la caja del medicamento.
Los fármacos antihistamínicos pueden tener efectos secundarios que incluyen el más conocido: la somnolencia. Los antihistamínicos de segunda generación se utilizan para causar menos efectos secundarios, pero algunos signos son aún detectables, por lo que se recomienda verificar con el médico.
La mayoría de los antihistamínicos están contraindicados durante el embarazo y el periodo de la lactancia. Lo mejor es consultar con el médico para estar segura.
Algunos antihistamínicos suaves están dirigidos a aliviar los síntomas de la alergia y pueden comprarse en las farmacias sin receta médica. Otros, sin embargo, solo se venden con receta médica. En estos casos, hay que preguntar al médico.
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