La aparición de prurito o picazón en la piel puede causar una tensión significativa que, probablemente, exacerbe el fenómeno. Encontrar la causa de esta comezón es a menudo difícil y requiere mucha paciencia.
Pueden existir muchas causas de esta incómoda sensación. La picazón puede afectar tanto a un área específica de la piel o puede extenderse sobre una parte del cuerpo. Puede asociarse con la presencia de lesiones visibles en la piel, que pueden orientar hacia el diagnóstico de la causa que provoca este malestar.
Las causas del prurito pueden deberse, si está localizado adecuadamente, a una picadura de insecto, al contacto con plantas urticarias como la ortiga o a un eczema irritante. Si la picazón es generalizada, podría deberse a una alergia o parásito, como la sarna, varicela o enfermedades más o menos graves, como hepáticas o renales.
A la espera de encontrar las causas de la picazón y poder tratarla, se aconseja no rascarse para no aumentar los síntomas y el riesgo de provocar una infección y cicatrices. El médico, tras el análisis pertinente, puede asesorar la administración de antihistamínicos. Sin embargo, es importante notar que el estrés es un factor desencadenante y agravante del prurito.
Foto: © Byjeng – Shutterstock.com