Es, sin duda, una tarea de todos la de frenar al máximo los factores que puedan influir en el desarrollo de la obesidad en un niño.
Algo más que necesario, a tenor de los datos de la última Encuesta Nacional de Salud (2006), que refleja que el 18,6% de los niños españoles entre 2 y 17 años padece sobrepeso y el 8,9% obesidad, unas cifras que se incrementan, sobre todo, en la prepubertad.
La prevalencia de la obesidad se asocia cada vez más con las principales enfermedades crónicas de nuestro tiempo: cardiovasculares, hipertensión o cierto tipos de cáncer o diabetes, entre otras.
Diversas iniciativas de control desde los Gobiernos
- Existen diferentes iniciativas encaminadas a conseguir que los fabricantes de "comidas basura" modifiquen sus estrategias y promuevan una alimentación saludable.
- En Estados Unidos algunas empresas alimentarias con sedes a nivel mundial se han comprometido a que el 50% de sus promociones están dirigidas a promocionar alimentos saludables para la alimentación de los niños.
- Asimismo, también en Europa varias entidades han asumido compromisos para promover unos hábitos de alimentación más saludables entre nuestros pequeños.
- De todas maneras probablemente el márketing que utilizan estas empresas no es el único responsable del problema de la obesidad que afecta a nuestros niños: hace aproximadamente unos 3 años que se han abandonado las campañas agresivas y la incidencia del problema de la obesidad sigue en aumento.
- Pero ya que desde los gobiernos se están abriendo las puertas para los cambios en este sentido, son las familias las que deben asumir un papel protagonista más activo en los hábitos saludables de alimentación de sus hijos.
El papel de los padres y entorno familiar del niño
- Los padres deben asumir un compromiso de transmitir a sus hijos buenos hábitos de alimentación.
- En muchos casos esa tarea pasa por la reconducción de las costumbres alimentarias del hogar.
- Una de las obligaciones de los progenitores es la de proteger a sus hijos de publicidades engañosas, enseñándoles que no existen los alimentos 'de marca' y a ser críticos con los mensajes que acompañan a muchos de los alimentos que se anuncian.
El compromiso de las Empresas fabricantes con los medios de comunicación
- Es evidente que los intereses comerciales de las empresas de productos alimenticios, publicitados en los distintos medios de comunicación -principalmente televisión, el medio más visto por los niños-, y los intereses de los pequeños en cuanto a su correcta alimentación no siempre coinciden.
- Para responder a las alarmantes cifras de sobrepeso infantil se están articulando estrategias a nivel europeo con una respuesta muy positiva en España.
- Hace aproximadamente tres años entró en vigor el Código de autorregulación de la publicidad destinada a menores (Código PAOS) cuyo objetivo es evitar una excesiva presión publicitaria sobre la población infantil y juvenil. Así mismo deben contribuir a fomentar hábitos saludables de alimentación y a la práctica de ejercicio físico.
- A este código se han adherido de forma voluntaria un importante número de empresas, que representan más del 80% de la inversión publicitaria del sector.
- Desde el Ministerio de Sanidad y Consumo se han establecido los principios para el diseño, la ejecución y la difusión de los mensajes publicitarios.
- Los anuncios televisivos no deberán inducir a error a los menores sobre las presuntas características de un producto alimenticio o de los supuestos beneficios derivados de su consumo (mayor fortaleza, estatus, popularidad, habilidad o inteligencia).
- En la promoción de alimentos que se dirigen explicitamente al público infantil no deben aparecer personas especialmente próximas a ellos : presentadores de programas infantiles, personajes (reales o ficticios) de películas o series, conocidos o famosos que sean muy populares entre el público infantil.
- Se impedirán las promociones en la televisión de alimentos o bebidas en programas dirigidos a menores de 12 años, evitando así que puedan confundir los contenidos publicitarios con los del programa que están viendo.
- Los mensajes publicitarios de alimentos o bebidas no deben promover o presentar hábitos de alimentación o modos de vida poco saludables: comer o beber de forma inmoderada, excesiva o compulsiva o presentar de forma 'condescendiente' hábitos de vida sedentarios.
- A éstos y otros compromisos y normas éticas, contempladas en el denominado Código PAOS (Código de Autorregulación de la Publicidad de alimentos dirigida a menores, prevención de la obesidad y salud) se han adherido las cadenas de televisión agrupadas en la FORTA (Federación de Organismo de Radio y Televisión Autonómicos) y en la UTECA (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas) mediante un acuerdo suscrito con el Ministerio de Sanidad y Política Social.
- El Consejo de Ministros acaba de aprobar la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que prohíbe "la venta de alimentos con un alto contenido en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal y azúcares sencillos en el interior de los colegios". Los niños no podrán comprar en los centros escolares bollos, refrescos y chucherías que no cumplan unos requisitos nutricionales mínimos.
- Asimismo, el texto legislativo propone erradicar la publicidad de este tipo de productos en Educación Secundaria y evitar así el "efecto inductor" que invita a los adolescentes a consumirlos. La opción adoptada pasa por la autorregulación de la publicidad, tal y como establece el Código PAOS.
- El principal objetivo es disminuir la presión publicitaria sobre los menores de 12 años y contribuir a fomentar entre ellos hábitos saludables de alimentación y la práctica de ejercicio físico.
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