Vick para tos seca es un tratamiento antitusivo que se presenta en forma de pastillas, que hay que dejar disolver en la boca o de jarabe. Es accesible a la venta sin prescripción médica. Vick para tos seca puede ser tomada como automedicación.
Vick para tos seca es reservado para las personas de más de 12 años. Es indicado en el tratamiento de tos seca y de irritaciones. Por lo general, el tratamiento es de 3 o 5 días, a razón de 2 pastillas cada 4 horas, con una dosis máxima de 12 pastillas al día o 1 cuchara sopera por toma sin sobrepasar las 6 tomas.
En caso de intolerancia o de hipersensibilidad al dextrometorfán no conviene consumir Vick para tos seca.
Vick para tos seca es también contraindicado en personas que sufren de asma bronquial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (BPCO), insuficiencia respiratoria, insuficiencia hepática, neumonía o depresión respiratoria y en las mujeres que dan de lactar. Los niños de menos de 12 años deben tratar su tos seca con otro tratamiento.
Vick para tos seca puede provocar efectos secundarios, aunque muy raramente, disnea y edema orofaríngeo en caso de sobredosis, cansancio, aturdimientos, náuseas, vómitos, diarrea o erupciones cutáneas.
Vick para tos seca puede provocar, en caso de sobredosis, alucinaciones, aturdimientos, trastornos de la conciencia, estados de sobrexcitación, depresión respiratoria, taquicardia, disminución de la presión arterial, aumento del tono muscular. El uso de Vick para tos seca debe ser reservado para fines médicos en la posología recomendada y no para fines recreativos mezclando con alcohol.