Los buenos propósitos para el Año Nuevo

Formular en voz alta aquellos aspectos en los que queremos mejorar antes de la noche de fin de año aumenta las posibilidades de lograrlo.

Cómo hacer los propósitos de Año Nuevo

Hay que marcarse objetivos concretos, con finalidades claras y prometerse un premio a modo de zanahoria. Hay que explicarles a las personas de nuestro entorno que ejercen una importante presión social que te empuja a esforzarte.

El fin de año es un buen momento para hacer balance de los objetivos de nuestra vida, pensar qué le gusta de su vida y qué es lo que le gustaría cambiar. Para cumplir los buenos propósitos no basta con desearlos: es necesario un cambio de actitud y de pensamiento.

Resultados de un estudio inglés

Un grupo de investigadores británicos ofrece una serie de consejos, extraídos del análisis de 3.000 personas, que se habían propuesto los clásicos objetivos para el año nuevo: perder peso, ir al gimnasio, dejar de fumar o beber menos. Al comienzo del estudio el 52 % de los participantes tenían confianza en el éxito, pero solo el 12 % logró cumplir sus objetivos.

Para los hombres, las posibilidades de éxito aumentan si sus objetivos son específicos (por ejemplo perder medio kilo por semana en vez de perder peso en general) y se centran en la recompensa que conseguirán si los logran (por ejemplo ser mas atractivos para las mujeres). Para las mujeres la mejor manera de mantener sus intenciones es comunicárselo a familiares y amigos.

Los propósitos de año nuevo más comunes

Disfrutar más de la vida: un 32 % de los participantes lo habían conseguido. Mejorar la forma física: un 29 %. Perder peso: un 28 %. Ser más ordenado: un 27 %. Dejar o reducir el consumo de tabaco: un 24 %. Dejar o reducir la bebida: un 25 %.

Cómo se hace la lista de propósitos para el nuevo año

Dejar de fumar: el 30 % de la población fuma y un tercio intenta dejarlo cada año. El número de fumadores que deciden abandonar el tabaco se multiplica por 4 en enero y febrero.

Bajar de peso: el problema es el mantenimiento. Hacemos el esfuerzo inicial, pero dura poco y su consecuencia es el "efecto yo-yo". Para perder unos kilos debe hacerse un estudio "sobre lo que está comiendo y bebiendo, el ejercicio que realiza, y hacer una dieta personalizada".

Hacer más ejercicio: Un 59,6 % de los españoles mayores de 16 años hace ejercicio en su tiempo libre, un poco más los hombres que las mujeres. En enero se nota el incremento de las matriculaciones, pero poco, la avalancha llega con los primeros rayos de sol, con la operación bikini.

Rupturas: los períodos como las Navidades y el verano representan para algunos un punto de inflexión para plantearse metas y realizar cambios importantes. El mayor número de demandas de divorcio, nulidad y separación se producen en el primer trimestre de cada año.

Salir más: tras la ruptura se busca cumplir otro de los "nuevos deseos": salir más y ampliar amistades. En enero aumenta en un 20 % o 30 % las personas que acuden a las citas, fiestas, viajes y actividades lúdicas, algunas con niños.

Buscar pareja: entre quienes buscan pareja, las mujeres comienzan el año más presionadas y más deprimidas que los hombres.

Otros buenos deseos: leer más, ir más al cine, tener más sentido del humor o aparentar ser más joven, entre otros.

Cómo cumplir los propósitos de Año Nuevo

Asumir la responsabilidad: no siempre 'el mundo' es el responsable de nuestra situación. Somos los responsables de nuestros actos y nuestros sentimientos, y sólo nosotros podemos influir sobre ellos.

Redactar una lista con las cosas que desea cambiar: no pretender realizar todos los cambios a la vez. Realizar los cambios uno a uno.

Fijarse un objetivo: saber cuál es nuestra meta y trazar la estrategia que nos ayude a conseguirlo. El objetivo debe ser siempre realista.

Eliminar la expresión 'no puedo' porque ya implica un límite: se puede conseguir todo lo que se proponga siempre que crea en la posibilidad de conseguirlo. Si está convencido de que será imposible adelgazar o dejar de fumar, nunca tendrá éxito.

Imagínese el éxito: imagínese luciendo dos tallas menos, tomando un café con sus amigos sin necesidad de fumar o realizando ese trabajo creativo con el que siempre soñó. Si puede imaginarlo, también puede conseguirlo.

Pensar siempre en positivo, por ejemplo: no puedo dejar de fumar, me libero de la necesidad de fumar; nunca podré adelgazar, me gusta como soy, poco a poco me libro de los kilos que me sobran; cada vez tengo menos posibilidades de cambiar de trabajo, estoy abierto y receptivo a nuevas posibilidades laborales; me resulta difícil entablar nuevas amistades, es muy fácil hacer amigos; soy incapaz de encontrar pareja, mi pareja ideal está esperándome y la encontraré en el momento adecuado.

Foto: © massimo1g – Shutterstock.com

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