Entre el 10 % y el 12% de la población sufre de acúfenos y las cifras aumentan de manera regular. Alrededor de 2 millones de personas que padecen esta enfermedad la definen como muy molesta. Mientras que el 40 % padece de hiperacusia.
El tinnitus o acúfeno es un trastorno auditivo que se manifiesta por la percepción de zumbidos. La persona que sufre de esta enfermedad percibe estos sonidos desagradables que no provienen de su entorno. Por lo tanto, el acúfeno se define como un fenómeno auditivo percibido por el cerebro, pero que no es causado por fenómenos externos audibles. Se incluyen todas las molestias acústicas perceptibles, silbidos, tintineos y zumbidos. Estos trastornos son causados desde el oído interno y no desde el exterior. El acúfeno puede ser episódico, crónico o permanente, las causas son diferentes dependiendo del tipo de enfermedad del oído interno o por un tumor. También puede ser idiopático, es decir, sin una causa conocida. La exposición prolongada a sonidos fuertes, como en las discotecas o en un concierto, puede causar el acúfeno, pero en forma transitoria.
El tinnitus de este tipo es poco frecuente y es causado por problemas específicos, como los movimientos anormales de los músculos del oído, y también puede ser percibido por el médico, durante una consulta.
Los llamados acúfenos subjetivos son el tipo más frecuente. Son percibidos solo por el paciente y su origen es difícil de determinar.
Con frecuencia, se asocia con la pérdida de audición debido al envejecimiento, también puede ser causada por medicamentos, la obstrucción del conducto auditivo externo o por una lesión, como un latigazo. La torsión cervical se caracteriza por un deterioro del cuello y las articulaciones de las vértebras cervicales, lo que puede causar no solo dolor severo (tortícolis) sino también un acúfeno.
El tinnitus pulsátil es el acúfeno (zumbido, silbido) que suena como el ritmo de los latidos del corazón. Algunos solo son perceptibles por el sujeto (tinnitus subjetivo), otros son percibidos desde el exterior (tinnitus objetivo). Pueden ser síntomas secundarios de otros trastornos, incluyendo la hipertensión intracraneal, la aterosclerosis, infecciones del oído o hipertiroidismo. El tratamiento del acúfeno depende de la causa que lo produce, para la hipertensión y la aterosclerosis existen medicamentos, en otros casos se considera la cirugía.
Este problema está relacionado con el mal funcionamiento del sistema nervioso de la audición. Afecta a entre el 10 % y el 18 % de la población y, a menudo, se favorece con la exposición repetida a ruidos muy fuertes.
Los acúfenos pueden percibirse por solo un oído o ambos y la sensación (permanente o discontinua) es a veces difusa. Por ejemplo, se puede escuchar por delante o detrás de la cabeza. Por estas razones, el tinnitus puede ser más o menos incapacitante. Los hombres son más afectados que las mujeres. Los sonidos percibidos se describen frecuentemente como pulsaciones, clics, zumbidos, silbidos y tintineos. Estos síntomas se acompañan a menudo de pérdida de audición, hiperacusia (sensibilidad a los ruidos fuertes), vértigos e insomnio.
Para explicar el zumbido en el oído, el médico lleva a cabo un examen clínico en paralelo a un cuestionario médico, con el fin de estar al tanto de cualquier accidente o evento estresante en la vida del paciente. De acuerdo con el pasado médico del paciente y los resultados de la consulta, el médico orienta al paciente hacia un especialista en otorrinolaringología. Se lleva a cabo una prueba de audición que puede completarse con una radiografía, una resonancia magnética o, a veces, una prueba de audiometría. El tinnitus que no está siendo causado por un factor externo, sino solo basándose en la sensación del paciente, no son objetivos ni observables.
En algunos casos, el tinnitus puede estar relacionado con alguna patología (como otitis o enfermedad de Ménière) o debido a ciertos medicamentos (antidepresivos o ansiolíticos). Si se trata de estas causas, es posible atenuar o incluso suprimir este trastorno. En la mayoría de los casos, la causa no se identifica claramente. El tratamiento se adapta caso por caso y se basa en diferentes técnicas terapéuticas. El tinnitus puede aliviarse con un generador de ruido blanco, es decir, un aparato que emite un ruido comparable al sonido de un televisor malogrado; una terapia acústica de habituación, por la cual el paciente aprende a tolerar el ruido parásito; una terapia cognitivo-conductual y técnicas de relajación.
El zumbido en el oído puede prevenirse prestando especial atención al cuidado de los oídos, la limpieza de los mismos, preservándolos de la contaminación acústica. Aunque la sensibilidad al ruido varía de persona a persona, para evitar la aparición de tinnitus se debe evitar la exposición prolongada al volumen demasiado alto. En este caso, los auriculares contra el ruido o los tapones para los oídos pueden ayudar a proteger la audición. Para los amantes de la música, es mejor escucharla con auriculares a un nivel no muy alto; mientras que para aquellos que sufren de hiperacusia, el silencio total es la mejor solución para no agravar el problema. Para evitar el empeoramiento del tintineo, también se pueden practicar ejercicios de relajación para reducir el estrés.
Encender la radio y buscar un ruido blanco (por ejemplo, sintonizar entre dos frecuencias) sirve para hacer el tinnitus más soportable. Escuchar música de relajación a bajo volumen o un reloj despertador analógico con "tic tac" puede obstruir parcialmente el tintineo.
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