Existen diversos tratamientos para controlar los episodios de crisis de la enfermedad de Ménière. El tratamiento de fondo de la enfermedad de Ménière permite mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. El objetivo es disminuir la frecuencia de las crisis vertiginosas y evitar una pérdida mayor de la audición.
Además de los tratamientos, existen algunas medidas que pueden mejorar la vida cotidiana de las personas afectadas. En cuanto a hábitos, el paciente puede utilizar poca sal en la preparación de las comidas y consumir menos cafeína, alcohol y chocolate. Llevar una vida tranquila y sana también ayuda a atenuar las crisis.
Esta enfermedad puede ser controlada con diversos medicamentos. Únicamente un médico debe prescribir este tipo de fármacos, como los antivertiginosos, algunos diuréticos y los antihistamínicos. Si los demás medicamentos no surten ningún efecto, el médico puede prescribir corticoides.
Si el tratamiento con fármacos no resulta efectivo, la persona afectada puede optar por una reeducación vestibular. Por lo general, la persona afectada necesita de 30 a 40 sesiones al año. Los ejercicios vestibulares permiten fortalecer ciertos mecanismos que originan el desequilibrio característico de la enfermedad de Ménière, pues no funcionan correctamente.
Los ejercicios de reeducación vestibular consisten en actividades motrices que requieren el uso de una silla giratoria, unas gafas (o anteojos) especiales y una plataforma elástica (por ejemplo, un trampolín). Es posible que también se realicen movimientos oculares.
El tratamiento para regular la presión del oído interno se recomienda cuando no han tenido buenos resultados los medicamentos ni la reeducación vestibular.
Este tratamiento consiste en implantar un pequeño tubo en el tímpano del paciente, bajo los efectos de anestesia local o general. El objetivo de esta operación es disminuir la intensidad y la frecuencia de las crisis.
La cirugía es una alternativa para aquellas personas que siguen padeciendo un cuadro severo de la enfermedad de Ménière, a pesar de haber seguido diversos tratamientos. Existen diversas técnicas quirúrgicas, como descompresión del saco endolinfático, laberintectomía química, laberintectomía quirúrgica y neurectomía vestibular, entre otras.
La laberintectomía química o quirúrgica y la neurectomía vestibular son cirugías que destruyen por completo el oído interno o el nervio vestibular, por lo que el paciente pierde totalmente la audición.
El uso de equipos auditivos especializados puede aliviar la sensación provocada por los acúfenos y, en algunos casos, puede mejorar la audición.
Relajarse también es un método para disminuir los efectos de los acúfenos.
En muchas ocasiones, seguir un tratamiento psicológico es indispensable para poder soportar esta enfermedad.
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Tratamiento de la crisis de la enfermedad de Ménière
Apoyo psicológico para los pacientes de la enfermedad de Ménière
Síntomas de la enfermedad de Ménière
Repercusiones psicológicas de la enfermedad de Ménière