Prevención y riesgos de la enfermedad inflamatoria pélvica
Última actualización: por
Carlos Villagómez
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La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es conocida también con el nombre de endometritis.
La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección de los órganos femeninos encargados de la reproducción (el útero, las trompas de Falopio y los ovarios).
Las causas más frecuentes son las enfermedades de transmisión sexual o ETS.
Factores de riesgo de padecer una EIP
Compañero sexual masculino con gonorrea o clamidia.
Compañeros sexuales múltiples.
Antecedentes de haber padecido una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Antecedentes de EIP.
Colocación reciente de un DIU.
Actividad sexual durante la adolescencia.
La pareja sexual debe estudiarse y tratarse si presenta una ETS
Ante el diagnóstico de EIP hay asegurarse que el compañero sexual se haga pruebas para ver si tiene una enfermedad de transmisión sexual o ETS.
En el caso de que se halle afecto debe recibir tratamiento al mismo tiempo que la paciente.
Si la pareja no se trata puede volver a infectar de nuevo a la paciente.
¿Qué peligros puede comportar una EIP?
La EIP puede ser peligrosa si no se la trata de forma precoz.
Puede formarse tejido de cicatrización en las trompas de Falopio y dentro del abdomen y bloquear las trompas de Falopio.
Esto puede causar dificultades para obtener un embarazo posteriormete o, incluso, esterilidad.
También pueden ser más frecuentes los llamados embarazos ectópicos, es decir, aquellos que no se producen en el útero sino en las trompas de Falopio debido a que los huevos fertilizados no puedan no alcanzar el útero al estar obstruídas las trompas por las cicatrices.
La cicatrización puede causar dolores que incluso pueden durar meses o años.
En los casos de EIP muy severas puede ser necesaria una cirugía para extraer el pus, el tejido de cicatrización o los órganos dañados *Las probabilidades de volver a contraer un EIP si se contrae una nueva enfermedad de transmisión sexual aumentan.
¿Cómo puede prevenirse la EIP?
La mejor prevención de la EIP es evitar contraer una enfermedad de transmisión sexual.
Utilizar siempre un preservativo en las relaciones sexuales.
Limitar el número de compañeros : practicar las relaciones sexuales seguras.
No aplicar duchas vaginales ya que pueden propagar las bacterias de la vagina hacia arriba.
No fumar.
Acabar los tratamientos con antibióticos si estás tratándote por una infección cervical o EIP.
Comprobar que todos tus compañeros sexuales reciban tratamiento para las ETS cuando la tengan.
Ante cualquier síntoma de una ETS o EIP acudir rapidamente a una visita con el ginecólogo para iniciar el tratamiento cuanto antes en caso de que se confirme el diagnóstico.
No tener relaciones sexuales hasta haber terminado el tratamiento y que el ginecólogo te lo haya autorizado.
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