¿Cómo hay que actuar ante una persona desmayada?

  • El desmayo es una pérdida temporal del conocimiento que se produce a consecuencia de una disminución del flujo de sangre al cerebro.
  • Se le puede denominar también síncope.
  • Siempre se trata de un episodio breve (dura menos de un par de minutos) y va seguido de una recuperación rápida y completa.
  • A una pérdida de conocimiento más prolongado y profundo se le denomina coma.

Algunos síntomas frecuentes antes de desmayarse

  • Antes de desmayarse la persona puede sentir mareo, debilidad, náuseas, vértigo o tener la sensación de que los ruidos se oyen cada vez más lejanos.
  • A menudo la persona se pone muy pálida y pierde el tono muscular.

Algunas circunstancias frecuentes en las que aparece un desmayo

  • Mientras la persona realiza algún tipo de esfuerzo: toser fuerte, recibir una emoción fuerte, después de haber permanecido de pie durante mucho tiempo, sufrir un sangrado o deshidratación severa, e incluso al levantarse rapidamente después de haber estado sentado o acostado.
  • La ingesta de ciertos medicamentos pueden favorecer la aparición de un desvanecimiento: ansiolíticos, los medicamentos para tratar la hipertensión, la congestión nasal o las alergias.
  • El consumo de alcohol o de drogas.
  • Niveles bajos de azúcar en sangre.
  • Algunas enfermedades del corazón (arritmias o ataque cardíaco) e infarto cerebral (muerte de parte del tejido cerebral por falta de irrigación sanguínea).

¿Cómo hay que actuar?

  • Aflojar la ropa y las joyas que aprieten alrededor del cuello, muñecas, cintura y pies para favorecer el flujo de sangre.
  • Mantener a la persona afectada acostada al menos durante 10 a 15 minutos.
  • Si se puede colocar a la persona en un espacio bien ventilado, a la sombra y en silencio.
  • Elevar los pies por encima del nivel del corazón (aproximadamente unos 30 centímetros por encima).
  • Si la persona no se puede acostar, debemos mantenerla sentada hacia adelante y bajarle la cabeza por debajo del nivel de los hombros, entre las rodillas.
  • Si ha vomitado, se le debe poner de lado para evitar el ahogamiento.
  • Cuando constatemos que haya un bloqueo de las vías respiratorias y falta de pulso, se debe comenzar a dar respiración boca a boca y masaje cardiaco además de llamar al servicio de emergencias.

¿Qué es lo que NO hay que hacer?

  • Verter agua sobre la cabeza del desmayado.
  • Poner la cabeza de la víctima sobre una almohada (puede obstruirse la respiración).
  • Darle de beber o de comer hasta que no recobre el conocimiento.
  • Darle bebidas que contengan alcohol a alguien que acaba de sufrir un desmayo.

Algunos consejos

  • Una persona que tenga tendencia a sufrir desmayos debe seguir los consejos que le haya dado su médico para prevenirlos.
  • Evitar los cambios bruscos de postura.
  • Levantarse despacio y progresivamente cuando se está sentado o acostado.
  • Las personas que reciben tratamientos contra la ansiedad (ansiolíticos), la presión sanguínea alta (antihipertensivos, diuréticos), la congestión nasal (descongestivos) o las alergias (antihistamínicos) deben informarse con su médico sobre el riesgo a padecer desmayos.
  • También es importante que los familiares y los compañeros de trabajo estén al corriente de su propensión a desmayarse.
  • La deshidratación, la mala alimentación o un descanso inadecuado son causas de desmayo por lo que siempre que se pueda se deben evitar.
  • Si el paciente se desmaya cuando le sacan sangre para hacerse un análisis hay que comentarlo con el médico para que la extración sea realizada con el paciente acostado.

¿Cuándo debemos acudir al médico?

  • En los casos en los que el desmayo ha ido acompañado de una pérdida de la respiración o del pulso.
  • Cuando la persona se ha desmayado como consecuencia de una caída y ha recibido un traumatismo o sangrado.
  • Si se ha tardado mas de dos minutos en recobrar el conocimiento.
  • Si la persona desmayada está embarazada, tiene más de 50 años o padece diabetes.
  • cuando el desmayo se acompaña de dolor, presión y molestia en el pecho, latidos cardíacos fuertes o irregulares, transtornos del habla, trastornos visuales o incapacidad para mover una o más extremidades.
  • Cuando el desmayo se acompaña de convulsiones o pérdida del control de esfínteres (orinarse encima, defecar).
  • Siempre ante un primer desmayo o cuando este problema aparezca con frecuencia.

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