La actividad física adaptada permite a las personas mayores o que sufren de una enfermedad crónica como la diabetes o la obesidad, o por ejemplo de una discapacidad mental o física realizar mejor sus actividades diarias.
Estas personas a menudo no tienen la capacidad de practicar ciertas actividades físicas o deportivas.
Las actividades físicas y deportivas recomendadas dependen de la intensidad de la molestia: