Los riesgos de una actividad deportiva intensa y excesiva

Una actividad física que se practica de manera excesiva puede generar diferentes problemas traumáticos o psicológicos.

Riesgos en el deporte

Fundamentalmente, los riesgos más importantes a la hora de practicar deporte son las lesiones como los traumatismos, las roturas musculares o de ligamentos, las fracturas, las dislocaciones o la hinchazón muscular. Algunos deportes tienen mas riesgos que otros y el de mayor riesgo es el fútbol (27,6 % de los accidentes). Después la carrera (8,6 %), el fútbol sala (7,9 %) y el baloncesto (7,7 %).

Es importante tener en cuenta que estas lesiones pueden dejar secuelas. Pero ciertos riesgos pueden prevenirse al hacer un buen entrenamiento hasta conseguir una forma física apropiada para realizar el deporte que queremos. En estas sesiones de entrenamiento se recomienda aprender la técnica, cuidar las posturas y tener el equipamiento apropiado (vestido, calzado y elementos de protección imprescindibles para realizar dicha práctica deportiva).

Riesgos de la actividad física

Otro de los riesgos a tener en cuenta es la llamada halitosis del deportista que se debe a la sequedad en la boca. Al hacer deporte se reduce la cantidad de saliva y como consecuencia hay más bacterias y residuos en la boca que son los responsables del mal olor.

Otras consecuencias pueden ser los problemas cardiacos que no son frecuentes, pero pueden aparecer en forma de arritmias, ataque cardiaco o paro cardiaco súbito. Cuando se practica al aire libre es importante conocer los niveles de contaminación y programar las sesiones de ejercicio en función de estas predicciones.

Riesgos de la práctica de actividad física

Por regla general, los beneficios que representa la actividad física superan por mucho a los riesgos a que se exponen el corazón y los pulmones. En ciertas ocasiones, pueden aparecer problemas de corazón por la actividad física: arritmias, paro cardiaco e infarto de miocardio. Estas patologías suelen aparecer en personas que ya tienen previamente algún daño en el corazón. Las personas con enfermedad coronaria tienen un mayor riesgo de padecer un ataque cardiaco cuando realizan ejercicios intensos. Las personas que tienen problemas de corazón o ciertas patologías crónicas —como enfermedad coronaria, diabetes o hipertensión arterial— deben consultar con su especialista sobre las actividades físicas que pueden realizar sin que represente ningún peligro.

Diferentes traumatismos asociados a cada deporte

La práctica regular de una actividad física puede ser responsable de un riesgo potencial de lesión, variable en cuanto al tipo y a la gravedad, en función de la disciplina deportiva, la edad y, especialmente, las condiciones de la práctica.

La natación con frecuencia conlleva la aparición de tendinitis en los hombros (hasta un 21 % del conjunto de las lesiones en ciertos estudios).

La práctica del ciclismo es responsable de frecuentes tendinopatías a nivel de las rodillas (13 por 100.000 km de recorrido).

Correr puede provocar problemas de rótula, tendinitis de la rodilla y del tobillo y fracturas por fatiga, típicas de los atletas. Según los estudios, correr es responsable del 8 % al 20 % de las lesiones, en comparación al 1 % para el resto de los deportes.

En los niños en etapas de crecimiento, hay que estar atento a los riesgos de agotamiento de los cartílagos de crecimiento (epifisarias y apofisarias) u osteocondrosis (enfermedad ortopédica), mucho más frecuentes que las lesiones de ligamentos, musculares o tendinitis encontradas en los adultos.

La práctica deportiva intensa y particularmente para ciertos deportes (futbol, hockey, tenis) puede provocar una artrogénesis (enfermedad de las articulaciones), principalmente después de un primer accidente (por ejemplo, rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla) o en el caso de anomalías morfológicas.

Una práctica intensiva puede provocar problemas en el ciclo de la mujer, además de retardar la pubertad, insuficiencia luteínica o ciclos anovulatorios (sin ovulación).

Efectos negativos derivados de la actividad física

También existen riesgos psicológicos. Una práctica demasiado intensiva puede volver a los deportistas más ansiosos, estresados y frágiles. Trabajos recientes han estimado que un 4 % de los individuos que practican deporte son susceptibles de caer en la adicción.

Una adicción depende del tipo de deporte, nivel de práctica y ambiente socio-familiar. En los hombres es más frecuente el fenómeno de la adicción. El nivel de práctica, el ambiente socio-familiar o la búsqueda de sensaciones son factores que amplifican o limitan esta vulnerabilidad. Los deportes más implicados son la carrera de fondo, el maratón y el body building.

Beneficios de la actividad física

Entre otros muchos beneficios, la actividad física ayuda a mantener un peso saludable; facilita realizar las tareas diarias, como subir escaleras e ir de compras; disminuye las probabilidades de padecer depresión; favorece las funciones cognitivas cuando envejecemos (el razonamiento, nuevos aprendizajes y el discernimiento) y disminuye el riesgo de sufrir muchas enfermedades (problemas coronarios, diabetes, cáncer). La actividad física moderada puede tener un efecto beneficioso sobre la artrosis: adaptada a cada individuo, mejora las capacidades funcionales y disminuye los dolores asociados a la enfermedad.

La actividad aeróbica moderada e intensa fortalece el corazón, mejora el funcionamiento de los pulmones y aumenta el oxígeno en la sangre. También disminuye la presión arterial, los triglicéridos en la sangre, el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, disminuye la concentración de proteína C reactiva, la obesidad y el sobrepeso (cuando se asocia a una dieta con menos calorías).

Riesgos de la inactividad física

La inactividad física es muy frecuente en casi todos los países desarrollados y en desarrollo. En los países desarrollados, más de la mitad de los adultos tienen una actividad insuficiente. Sobre todo es preocupante en ciertas poblaciones de alto riesgo como los jóvenes, las mujeres y los adultos mayores. La inactividad física aumenta ciertos factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol, el sobrepeso y las conductas alimentarias desequilibradas.

La falta de actividad física es uno de los principales factores de riesgo de padecer enfermedades como las patologías cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. La actividad física incluye el ejercicio físico, pero también otras actividades con movimiento corporal que forman parte de los momentos de juego, trabajo, formas de transporte activas, tareas domésticas y actividades lúdicas. Se considera actividad física todo movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía.

Riesgos de la actividad física en la salud de los jóvenes

Cuando la persona joven tiene problemas cardiacos desde el nacimiento, aumenta el riesgo de tener problemas de corazón como consecuencia de la actividad física. Entre los problemas cardiacos congénitos que pueden ser riesgosos, se encuentra la miocardiopatía hipertrófica, los defectos cardiacos congénitos y la miocarditis. Las personas que sufren estas patologías deben consultar con el médico qué tipo de actividad física pueden hacer sin que exista peligro.

Foto: © Dean Drobot – Shutterstock.com

CCM Salud es una publicación informativa realizada por un equipo de especialistas de la salud.
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