El virus de la gripe A H1N1 es benigno en la mayoría de los casos. Pero en ciertas circunstancias, el virus de la gripe pueda provocar complicaciones severas, incluso producir la muerte.
El virus de la gripe A H1N1 puede agravar enfermedades preexistentes como una patología respiratoria pulmonar crónica, una diabetes, una insuficiencia renal, una insuficiencia hepática o una insuficiencia cardíaca. Las personas con una obesidad importante, una inmunodepresión o un alcoholismo crónico también pueden desarrollar formas graves de gripe A H1N1.
El virus de la gripe A puede provocar la muerte debido al síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA). El SDRA aparece algunos días después de los síntomas.
Al parecer cuando se tiene la gripe A, el SDRA es cien veces más frecuente que cuando se tiene la gripe estacional. Un SDRA corresponde a la aparición de una insuficiencia respiratoria aguda que necesita una hospitalización de urgencia. Los síntomas son: la aparición brutal de una tos, cianosis (coloración azulada de las extremidades y de los labios), malestar, pérdida del conocimiento y asfixia. El SDRA también puede aparecer en personas jóvenes y de buena salud.
Las infecciones pulmonares por neumococo son las complicaciones más comunes de la gripe A, que afectan principalmente a bebés y personas mayores. Estas afecciones causan complicaciones severas que pueden producir un desamparo respiratorio agudo (DRA) que requiere la hospitalización del paciente.
Una vacuna contra el neumococo, el pneumo 23 por ejemplo, permite evitar las infecciones pulmonares provocadas por esta bacteria.
Los modos de contagio de la gripe A (H1N1)
Gripe A/H1N1 y contagio
Foto: © Halfbottle - Shutterstock.com