Las lesiones meniscales pueden ser el origen de un bloqueo de la articulación de la rodilla más o menos invalidante, dolores de la rodilla o una hinchazón. Asociada con medidas de prevención, la prescripción de analgésicos o antiinflamatorios permite la mayoría de las veces una disminución de los dolores y un restablecimiento rápido del funcionamiento de la articulación.
Una intervención quirúrgica efectuada bajo artroscopia, como una meniscectomía parcial o una reparación del menisco, es aconsejada en ciertas situaciones, como por ejemplo cuando las manifestaciones se agravan o persisten.
Bajo artroscopia, las secuelas operatorias, como la cicatrización y la recuperación, son más simples y más rápidos. Por otra parte, las complicaciones post operatorias, como los riesgos de infección, rigidez y dolores postoperatorio son menos frecuentes y severos.
Complicaciones postoperatorias, menos frecuentes y severas que las que pueden aparecer durante una intervención quirúrgica más complicada, pueden sin embargo presentarse. Puede aparecer fiebre elevada, un hematoma, una infección que se acompaña de un aumento del calor de la rodilla y una inflamación, un aumento o la recidiva del dolor de la rodilla, así como las anomalías que pueden aparecer durante la cicatrización. Signos de flebitis, así como una inestabilidad de la rodilla que pueden provocar una artrosis, también pueden aparecer a largo plazo.
Después de una intervención efectuada bajo artroscopia, se puede a menudo caminar al cabo de 2 días y a veces el mismo día. La ayuda de un bastón puede ser necesaria. Es aconsejado caminar rápidamente con el fin de hacer trabajar la rodilla. Sin embargo, no es recomendado en cambio de doblar la rodilla. Los dolores disminuyen progresivamente y la recuperación de una actividad profesional y el poder conducir son posibles al cabo de algunos días, situaciones que pueden variar según el tipo de intervención efectuada.
La recuperación de una actividad deportiva puede ser contemplada al cabo de aproximadamente 3 a 4 semanas, pero la carrera y el salto son desaconsejados durante un período de aproximadamente 6 a 8 semanas. De igual manera, la posición de cuclillas es desaconsejada durante este periodo.
La inyección de medicamentos anticoagulantes es efectuada durante 8 a 10 días con el fin de disminuir los riesgos de flebitis. La aplicación de hielo sobre la rodilla es también aconsejada durante este período.
Sesiones de kinesiterapia son a menudo prescritas con el fin de ayudar al enfermo a recuperar más rápidamente la movilidad de la rodilla y a permitir efectuar todas las posiciones y las actividades deportivas posibles, como el salto, el footing y la posición de cuclillas. Ejercicios también pueden efectuarse en casa después de la opinión del kinesiterapeuta o del médico. La reparación meniscal produce secuelas operatorias más largas porque una inmovilización con un férula es a menudo prescrita.
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