La artritis, entre las numerosas enfermedades inflamatorias, es una condición común que aumenta con la edad y afecta principalmente a las mujeres. ¿Cuáles son los síntomas comunes de esta enfermedad y los diferentes tipos? ¿Cuáles son las causas, cómo diagnosticarla y cómo curar la artritis? Conoce las respuestas en esta ficha.
La artritis designa el conjunto de fenómenos inflamatorios que afectan a las articulaciones y los huesos, generalmente acompañados por dolores más o menos graves. Las patologías agudas o las crónicas (evolutivas) debido a la artritis afectan a la población adulta a partir de los 40 años de edad, incluso ciertas formas pueden afectar al niño y al adolescente.
Los dos términos no deben confundirse. Por un lado, la artritis define una inflamación de las articulaciones y puede causar dolor en reposo; mientras que la osteoartritis se debe a un daño en el cartílago que se desgasta gradualmente y desaparece, dejando los huesos en contacto. Esto causa dolor durante el movimiento.
Las principales enfermedades relacionadas con la artritis se clasifican en diferentes formas:
Una enfermedad autoinmune que afecta a entre el 0,5 % y el 1 % de la población. Se caracteriza por la inflamación de diferentes articulaciones y también de ciertos órganos internos.
La gota se caracteriza por un nivel elevado de ácido úrico, que causa dolor agudo en el pie (particularmente, en el dedo gordo del pie).
Es una enfermedad autoinmune que afecta a diferentes partes del cuerpo, incluyendo las articulaciones.
La artritis infantil o artritis juvenil idiopática es un trastorno muy común en los niños, especialmente presente durante su crecimiento.
Entre otros tipos de patologías que forman parte de la categoría de artritis están artritis psoriásica, artritis infecciosa, la esclerodermia y la espondilitis anquilosante.
El envejecimiento, los efectos de un trauma articular o de un ligamento, una predisposición genética de la familia (en el caso de enfermedades inflamatorias, se definen como enfermedades autoinmunes), sobrepeso y obesidad, práctica de deportes intensos, infecciones bacterianas o virales son factores de riesgo.
Los síntomas de la artritis más comunes son las de cualquier inflamación, como dolor agudo o crónico en una o más articulaciones, lo que resulta en una cierta rigidez o limitación de movimiento, derrame articular, una sensación de ardor en las extremidades, fatiga o fiebre.
En el caso de la artritis se ven afectadas manos, muñecas, codos, rodillas, caderas, tobillos, espalda, cuello y hombros.
El diagnóstico se basa en el interrogatorio médico y examen clínico (inspección de las articulaciones y el control de la capacidad de movimiento), rayos X, tomografía computarizada o resonancia magnética. Estos exámenes pueden ver y evaluar el grado de daño de las articulaciones (calcificaciones). También es posible hacer un análisis del líquido de la articulación
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