Ciertos alimentos pueden complicar la absorción y el metabolismo o el efecto de un medicamento, y retrasar, disminuir o potenciar sus acciones y sus efectos secundarios.
La Agencia Francesa de la Seguridad Sanitaria de los Productos para la Salud (AFSSAPS) efectuó en 2008 un estudio sobre la interacción entre el zumo de pomelo y los medicamentos. La revista "Prescrire" publicó, en septiembre de 2012, los riesgos de accidentes que podían producirse si se consume pomelo con ciertos medicamentos.
Los especialistas de la salud desaconsejan el consumo de pomelo durante un tratamiento medicamentoso. Consulte con su médico o su farmacéutico.
Los medicamentos que provocan interacciones con el pomelo son los medicamentos de la clase del estatinas utilizadas en el tratamiento del colesterol, las benzodiazepinas prescritas como ansiolíticos, medicamentos inhibidores cálcicos prescritos para tratar problemas cardíacos o los inmunodepresores, medicamentos inhibidores del sistema inmunitario.
Por ejemplo, ciertos medicamentos utilizados para disminuir el índice de colesterol en la sangre como la simvastatina pueden multiplicar por 15 la absorción de este medicamento si un zumo de pomelo ha sido consumido al mismo tiempo y provocar una sobredosis causante de trastornos musculares severos.
Los medicamentos inhibidores cálcicos como la felodipina presentan un riesgo de hipotensión y los inmunosupresores como el tacrolimus pueden provocar problemas renales severos. Los inmunosupresores son preconizados contra los rechazos de trasplante.
Aunque los mecanismos exactos no son conocidos todavía con exactitud, existen 2 hipótesis que pueden explicar estas anomalías.
Numerosas sustancias presentes en el pomelo son los responsables.
El pomelo provocaría la inhibición de enzimas que participan en el metabolismo de los medicamentos, provocando riesgos de sobredosis.
Ciertos compuestos como la bergamotina y la 6,7 dihidroxibergamotina, presentes en el pomelo, inhiben el CYP3A4 provocando un aumento de la absorción intestinal de los medicamentos seguido por un aumento de sus efectos secundarios no deseados, dando lugar a una sobredosis.
Tomar un medicamento con zumo de pomelo puede ocasionar una disminución de la concentración en la sangre del medicamento, lo que puede provocar una menor eficacia incluso una ineficacia del medicamento.
Los efectos secundarios que pueden aparecer por consumir ciertos medicamentos con un zumo de pomelo pueden ser severos y provocar una rabdomiolisis (destrucción rápida de las células musculares), una insuficiencia renal aguda, temblores invalidantes, un choque hemorrágico y a veces un desenlace mortal.
La revista "Prescrire" aconseja no consumir pomelo ni en forma de zumo durante un tratamiento medicamentoso debido a la posibilidad de que aparezcan efectos secundarios serios como los descritos en publicaciones científicas.
La AFSSAPS aconseja evitar tomar un zumo de pomelo en las dos horas que preceden a la toma de estos medicamentos y limitar el consumo a un cuarto de litro al día.
La revista "Prescrire" señala que otras observaciones precisan que otros zumos, especialmente el zumo de naranja, podrían provocar efectos adversos a los medicamentos.
Leer atentamente los prospectos de los medicamentos en las cuales siempre son señaladas las interacciones con los alimentos.
Consultar con el médico o el farmacéutico si se tiene dudas de los efectos adversos al combinar pomelo y ciertos medicamentos.