La ecografía permite ver los órganos internos a través de una técnica que utiliza ultrasonidos. La ecografía pélvica en el hombre se utiliza para obtener imágenes de la próstata, de la vejiga y del resto del tracto urinario. En las mujeres, se puede visualizar también la vejiga y el tracto urinario, pero también los genitales como el útero, los ovarios y las trompas de Falopio. Debido a su carácter completamente inocuo para el individuo y para el feto, también se practica en mujeres embarazadas para controlar el progreso del embarazo. Habitualmente se realizan tres ecografías durante el embarazo a las 12 semanas (llamada ecografía de datación para conocer la fecha del embarazo), a las 22 semanas (llamada morfológica) y a las 32 semanas (llamada de crecimiento).