Los síntomas de la descamación de la piel pueden tener distintos orígenes.
Muy a menudo la piel se puede pelar después de una quemadura química, térmica o por rayos luminosos: el ejemplo más clásico son las quemaduras causadas por el sol.
Una alergia a una sustancia aplicada sobre la piel (cosméticos o perfumes) también puede producir una descamación.
Puede ser debida a enfermedades de la piel como la psoriasis, una infección local de la piel por un hongo u otro germen ...