Un tímpano perforado corresponde a una abertura (orificio o rasgón) de la pared del tímpano, esta membrana fina y fibrosa situada a nivel del oído medio que separa el conducto auditivo externo del oído y el oído interno. Está ligado la mayoría de las veces a una infección a nivel del oído (otitis) pero puede también ser la consecuencia de un ruido intenso (martilleo, perforación, explosión), una sobrepresión (bofetada violenta, viaje en avión, buceo) o de una causa accidental (bastoncillo u otro objeto empujado demasiado hacia adentro en el oído, por ejemplo). A menudo se siente un dolor agudo y puede aparecer una secreción de la oreja, así como la disminución de la audición. La perforación del tímpano es visible con un otoscopio. Si es sólo una pequeña perforación puede curarse sólo, pero es posible que sea necesario reemplazar el tímpano por una tímpanoplastia.