Hola,
A mi esposo, de 54 años, su médico general le ha descubierto un aneurisma de la aorta abdominal de 3,6 de diámetro.
El trabaja como cargador de maquinarias pesadas, como cajas fuertes o montacargas con cadenas y tengo mucho miedo que los grandes esfuerzos que debe realizar le sean nocivos y pudiesen agravar su caso o hacer que su aneurisma estalle.
Por favor, necesito vuestras respuestas para tranquilizarme.
Gracias a todos por adelantado.
Hola! Efectivamente, como Jorge te ha recomendado, lo mejor es poneros en manos del cardiólogo.
Yo, como experiencia personal (por mi madre,que falleció con 86 años), te puedo adelantar que lo que más le controlaba el cardiólogo para prevenir la rotura era la tensión arterial.(Hay que evitar que tenga la tensión alta).A ella le tomábamos la tensión todos los días y si le pasaba de 12 / 8 , ya le teníamos que dar medicación muy suave para que no le subiera más. Si le llegaba a 14/ 9 ya le doblábamos la dosis por orden médica, para prevenir riesgos.
Otra cosa importante, es una prueba de control anual (por ej. ecografía), para ver la evolución, si aumenta de tamaño o no... En caso afirmativo, sabes que a partir de un tamaño, para evitar el riesgo de rotura, aconsejan la operación.
De llegar a este caso, informaros bien porque tengo entendido que hay varias técnicas.
Estate tranquila porque el haberos dado cuenta ha sido una suerte y de esta forma podreis controlarlo mejor sin llegar a preocuparos.
Un abrazo
JorgeG
Mensajes enviados530Fecha de inscripciónmartes, 16 de marzo de 2010EstatusMiembroÚltima intervenciónjueves, 29 de septiembre de 20111.359 29 oct 2010 a las 17:24
Hola,
Es absolutamente necesario que consultéis con un cardiólogo para ponerlo al corriente del trabajo que desempeña vuestro esposo y para que él os explique, con detalles, los riesgos relacionados con un aneurisma de la aorta abdominal.
Es él quien mejor puede responder profesionalmente a esta importante situación y quien abordará y se ocupará seriamente vuestro caso.
Mientras tanto, sería prudente abstenerse de cualquier esfuerzo sin su consentimiento.