Es normal que la zona pélvica pueda doler después de tener relaciones sexuales. El dolor puede ser causado por la fricción durante el acto sexual, o por la inflamación de los tejidos de la zona debido a la excitación y la lubricación. Los piquetes en el abdomen y la espalda pueden ser causados por la contracción de los músculos durante el orgasmo.
Si el dolor es muy intenso o dura más de unos pocos días, es importante que hables con tu médico o un profesional de la salud para determinar la causa y recibir tratamiento. También es importante que uses lubricante durante el acto sexual para reducir la fricción y evitar el dolor.
Es normal que la vagina pueda arder después del acto sexual, ya que el pH de la vagina puede cambiar durante y después del acto. Esto puede ser causado por diferentes factores, incluyendo el uso de productos para el cuidado personal que pueden alterar el pH natural de la vagina, infecciones, y alergias a productos sexuales o de cuidado personal. Si la sensación de ardor es persistente o grave, es importante que hables con un profesional de la salud para determinar la causa y recibir tratamiento.