El implante anticonceptivo es un método que libera una hormona llamada progestina en el cuerpo de la mujer. Esta hormona evita que los ovarios liberen óvulos y también hace que el moco cervical sea más espeso, lo que dificulta el paso de los espermatozoides. El implante puede causar cambios en el sangrado menstrual, como ausencia de regla, sangrado irregular o prolongado. Estos cambios son normales y no afectan la salud ni la eficacia del método. Algunas mujeres pueden sangrar después de tener relaciones sexuales debido a la irritación del cuello uterino o a una infección. Si el sangrado es abundante o persistente, se recomienda consultar con un médico.