Granitos en la zona íntima
Los granitos en la zona íntima pueden ser causados por diversas razones. Aunque no presentes molestias ni mal olor, es importante que consultes con un médico para determinar la causa exacta y recibir el tratamiento adecuado si es necesario.
Posibles causas
- Foliculitis: La aparición de granitos en la vulva puede ser síntoma de una foliculitis, que es una inflamación e infección aguda superficial del folículo piloso causada por la depilación del vello de la zona íntima. En este caso, el pelo crece bajo la piel y no puede salir a la superficie, lo cual acaba provocando que el folículo piloso se infecte y se inflame dando lugar a un grano que luce rojo, inflamado y con pus[1].
- Hongos: Los granitos en la vulva también pueden ser causados por hongos. En este caso, el tratamiento para los granos en la vagina debe ser el siguiente: iniciar un tratamiento antimicótico mediante el uso de medicamentos antifúngicos, los cuales pueden recetarse en cremas, supositorios u óvulos vaginales o pastillas[1].
- Inflamación de las glándulas: Una bolita en la vagina puede surgir como resultado de la inflamación de las glándulas que ayudan a lubricar el canal vaginal, conocidas como glándulas de Bartolino y de Skene. Esta inflamación no suele ser un problema grave debido a que se cura por sí sola[2].
- Quistes vaginales: Los quistes vaginales son pequeñas bolsas de aire o de líquido que pueden desarrollarse en las paredes del canal vaginal y que, generalmente, son provocados por lesiones durante el contacto íntimo o por la acumulación de líquido en las glándulas[2].
- Verrugas genitales: Las verrugas genitales surgen debido a una enfermedad de transmisión sexual que puede transmitirse a través del contacto íntimo sin protección. En estos casos, además de surgir pequeñas bolitas en la vagina, también pueden aparecer algunas lesiones visibles semejantes a una "coliflor", que pueden causar picazón o ardor[2].
Recomendaciones
Si los granitos son causados por foliculitis debido a la depilación, se recomienda no apretar ni intentar reventar el grano, ya que esto podría generar una infección de mayor gravedad. Una buena solución es la de aplicar unas compresas de agua caliente en la zona para que el vello encarnado salga a la superficie por sí solo[1].
En caso de inflamación de las glándulas, la inflamación de estas glándulas desaparece al cabo de unos días, manteniendo una buena higiene personal. Sin embargo, si la hinchazón aumenta, si surge dolor o hay presencia de pus, lo ideal es acudir al ginecólogo, ya que puede ser necesario iniciar el uso de antiinflamatorios, antibióticos o analgésicos[2].
Si los granitos son causados por hongos, debes seguir las instrucciones médicas y no suspender el tratamiento antes de tiempo[1].
En todos los casos, es importante que consultes con un ginecólogo para que pueda evaluar tu situación y determinar el tratamiento más adecuado[4].