Una ampolla sobre el labio (que se debe distinguir de un impétigo o de un herpes labial) puede deberse a una quemadura ocasionada por un alimento o una bebida demasiado caliente. Este tipo de quemaduras no se tratan, hay que dejar que cicatricen por ellas mismas. Para disminuir el riesgo de que se infecten se pueden humedecer con una mezcla a base de agua y bicarbonato de soda. También hay que evitar consumir alimentos demasiado especiados y salados. En caso de que se trate de un herpes labial la cicatrización también se lleva a cabo de forma espontánea.