Esta enfermedad de la piel afecta al 20% de la población mundial. La caspa son aquellas escamas plateadas que se caen del cuero cabelludo y se quedan generalmente en medio del pelo, en la ropa, en los cepillos o o en los peines. Con frecuencia aparece en la pubertad como resultado de los cambios hormonales y alcanza su pico máximo entre los 30 y 40 años. 1 de cada 5 personas sufren de caspa.
El 50% de la población mundial ha tenido que lidiar con esta enfermedad algún período de su vida. Aunque es un problema benigno, se le considera como un trastorno social ya que impacta en la estética de las personas.
Puede aparecer en el cuero cabelludo, en las cejas, la barba, las axilas y la ingle. El polvillo de la caspa generalmente se localiza en la ropa. Es más frecuente en las personas con el pelo graso. El picor también puede llegar a provocar situaciones incómodas en el ámbito social.
Se caracteriza por la presencia de partículas blancas o amarillentas en el cuero cabelludo y/o el cabello. Se produce porque las células de la piel de la cabeza se regeneran a un ritmo superior al normal (de 7 a 10 días cuando lo normal es de 21 días).
La renovación de la piel es un proceso natural y el polvillo que se genera es imperceptible cuando se realiza a un ritmo normal. En las personas con caspa, las células de la piel pueden morir y ser reemplazadas aproximadamente una vez cada dos semanas. En cambio, en las personas sin caspa, este proceso tarda alrededor de un mes.
Además de la cabeza, las escamas de la caspa pueden aparecer en otras áreas donde existen pelos como las pestañas, la barba, el bozo, las cejas, las axilas o las ingles
La caspa es el resultado de una combinación de factores. Sólo algunos de estos factores han sido investigados en profundidad. La causa más común de la caspa parece estar en relación con un hongo llamado Malassezia Furfur.
Este hongo se encuentra en la superficie de la piel tanto de las personas sanas como de aquellas que padecen caspa. Cuando es hongo crece demasiado rápido, la renovación natural de las células resulta afectada y aparece la picazón o picor.
No se sabe con certeza si este hongo es el origen de la caspa ya que algunos expertos también aseguran que la fatiga, el estrés o problemas digestivos pueden favorecer su aparición. La caspa también puede ser un síntoma de la seborrea, la psoriasis, las micosis o la pediculosis. La caspa, de hecho, no es causada por la resequedad del cuero cabelludo.
La caspa puede provocar prurito o picor en el cuero cabelludo. Al rascarse se propaga la infección. Debido al picor el cuero cabelludo puede llegar a enrojecer. El rascado puede llegar a provocar heridas en la piel y así aumentar el riesgo de infecciones, especialmente por Staphylococcus aureus y Streptococos. La aparición de partículas de caspa nos dá el diagnóstico.
La caspa seca: normalmente aparece en la prepubertad y se caracteriza por la presencia de escamas finas. Las escamas pueden crear una capa de polvo blanco en el cuero cabelludo. Esta caspa se elimina más fácilmente porque se desprende pero reaparece rapidamente. La caspa grasosa: aparece más a menudo durante la adolescencia debido a la alta producción sebácea. Las escamas se localizan el cuero cabelludo y son más grasas.
Normalmente la caspa es muy persistente y no se cura totalmente: al contrario, reaparece en ciclos sucesivos. El inicio de todo tratamiento debe ser intensivo y se debe aligerar a medida que la caspa mejora. Se debe suprimir la proliferación de bacterias: una recomendación sencilla es mantener el pelo limpio, si es necesario debe lavarse todos los días.
El segundo paso es desinfectar: para eso se utilizan los champús o lociones anticaspa. Los tratamientos intensivos no pueden usarse durante mucho tiempo porque irritan el cuero cabelludo y contribuyen de esta forma a generar más caspa. Lavarse el pelo con regularidad: así se retira la piel muerta de antes de que pueda acumularse en hojuelas más grandes y más visibles.
Se aconseja la utilización de champús basados en ácidos ya que ayudan a restaurar la acidez del cuero cabelludo. A veces es necesario probar varios champús con ingredientes activos diferentes para encontrar el más eficaz. Alternar entre diferentes tratamientos suele ser más efectivo que utilizar siempre el mismo producto.
Un tratamiento puede volverse menos efectivo con el paso del tiempo. Algunos tratamientos que se utilizan actualmente contienen sulfuro de selenio, alquitrán, ácido salicílico, piritionato de zinc y ketoconazol.
Las formas más severas de caspa, especialmente cuando aparecen escamas en otras partes del cuerpo, precisan de una visita al dermatólogo