Casi una de cada tres personas está afectada, hoy en día, por un problema de alergia y las cifras continúan aumentando de forma regular.
Numerosos alergólogos estiman que en 10 años una de cada dos personas será alérgica.
El porcentaje de alergias se ha duplicado en los últimos 15 años en los países industrializados cosa que alerta especialmente a todos los médicos y en particular a los alergólogos, cuando esta cifra apenas alcanzaba el 5% a principios de los años 70.
Las enfermedades alérgicas están clasificadas en en cuarto lugar por la OMS.
Las previsiones más pesimistas dan el tercer puesto a las alergias en los 10 próximos años.
- Las alergias han ido cambiando sus formas en el transcurso de los últimos 20 años :
- Los alérgenos responsables son cada vez más numerosos.
- Los alérgicos presentan más síntomas diferentes a lo largo de su existencia.
- La edad en la que se pueden producir las alergias se establece desde el nacimiento de una persona hasta los 80 años, o más.
- Paralelamente al aumento del número de personas alérgicas, las características de los síntomas han evolucionado a lo largo de los últimos años volviéndose cada vez más graves y durando más tiempo. En los últimos 10 años, el número de personas que han presentado síntomas graves y que han necesitado una consulta se ha multiplicado por 40.
- 400 millones de personas en el mundo sufren rinitis alérgica.
- 300 millones de personas en el mundo presentan algún tipo de asma.
- Además más del 50% de los alérgicos no están diagnosticados y esto hace que no se puedan beneficiar de un tratamiento adaptado y que vivan con síntomas molestos que a veces incluso los incapacita. Además de que éstos se acentúan con el paso de los años.
- Los cambios en el ambiente, en nuestras viviendas, un confort de vida cada vez más delicado, el uso más frecuente de vehículos, una alimentación muy diferente de aquella que teníamos hace 30 años, los progresos de la medicina y la utilización habitual de antibióticos, son en gran parte responsables de la explosión de las alergias.
Nuestras viviendas
- Desde la crisis petrolera de 1974, las costumbres de vida en los países industrializados han cambiado : un mayor aislamiento, apartamentos más pequeños, mejor aislados y mejor acondicionados han comportado un confinamiento y un aumento de la tasa de humedad que ha favorecido el desarrollo de los ácaros, enemigos públicos número uno de las alergias.
- La pérdida de simples costumbres, como por ejemplo colgar los trapos en el alféizar de las ventanas, situación que ya sólo vemos en los pueblos, no ha hecho más que incrementar el número de alergias.
Los animales
- La presencia de animales de compañía en las casas está en perpetuo aumento. Más de 10 millones de perros, así como gatos y pájaros, hámsteres, conejillos de India, conejos y otros animales exóticos, han invadido nuestras casas. La rata también causa gran furor entre las niñas gracias al éxito de la película de dibujos animados Ratatouille.
- Más de uno de cada dos hogares posee un animal, contribuyendo también a este aumento del número de personas alérgicas.
El paisaje polínico
- El paisaje de nuestro país también ha cambiado durante el transcurso de estos últimos treinta años desembocando en una explosión de cantidades de polen en el ambiente que se van incrementando cada año. El término « polución verde » ya se emplea en lugar de polen.
Nuestras costumbres alimentarias
- Los profundos cambios en nuestras costumbres alimentarias participan también en esta verdadera plaga que representan las alergias. Se incorporan cada vez más las cocinas y los platos de otros países: los menús magrebíes, asiáticos, antillanos, chinos, japoneses... así como las frutas exóticas: kiwis, mangos y papaya.
- Las modas de consumo de comidas, con el desarrollo de los productos congelados y de conserva, han ido cambiando considerablemente con la introducción de cientos de proteínas nuevas destinadas a intensificar el gusto, modificar el color, la consistencia...
El exceso de higiene
- La llegada de un gran número de nuevos alérgenos también ha desestabilizado nuestro sistema inmunitario que no ha conseguido adaptarse a los grandes cambios de nuestro entorno.
- Nuestro organismo estaba acostumbrado a luchar contra los microbios y los virus. La utilización de vacunas y el recurso a los antibióticos ha disminuido el número de infecciones.
- Desestabilizado, nuestro sistema inmunitario se ha transformado y se ha puesto a luchar contra los elementos aparentemente inofensivos, como los pólenes o los ácaros.
- Esta explicación, llamada la teoría higienista, está demostrada por numerosos estudios que ponen en evidencia que los niños que viven en granjas en contacto con los microbios que se desarrollan con el contacto de los animales, desarrollan menos alergias que aquellos que viven en las ciudades. De la misma forma, los niños que viven en familias numerosas, que frecuentemente están en contacto con microbios, desarrollan menos síntomas alérgicos.