Los corticoides son medicamentos que presentan propiedades anti-inflamatorias. Se prescriben bajo distintas formas: en comprimidos, jarabes, inyecciones y en spray. Se utilizan para aliviar las diferentes manifestaciones de alergia y en el tratamiento del asma.
Se prescriben bajo la forma de corticoides locales para el tratamiento de fondo, como comprimidos orales o en inyección en las formas severas de la enfermedad.
Se prescriben bajo la forma de pulverización nasal o bajo la forma de comprimidos en las formas severas de la enfermedad, por ejemplo durante sinusitis infecciosas.
Se prescriben bajo la forma de comprimidos o en inyecciones en los casos agudos
Se prescriben bajo la forma de pomadas o de comprimidos en las formas más severas.
Los corticoides cuando se emplean de forma local, en pulverización nasal o de forma inhalada en el tratamiento de fondo del asma no ocasionan los efectos secundarios de los corticoides prescritos en forma de comprimido cuando son utilizados durante varias semanas. Sin embargo, la prescripción de corticoides debe ser realizado por un médico.
Durante el tratamiento del eczema, las pomadas o cremas de corticoides pueden provocar efectos secundarios y fragilizar la piel. Deberán ser prescritas por un médico, ya que no son "pomadas" que se pueden aplicar en cualquier momento.
Pueden provocar efectos secundarios, especialmente en los niños, si se aplican durante semanas o meses sin ninguna prescripción médica
Los corticoides en forma de gotas se destinan a los niños.
Los medicamentos corticoides que se prescriben bajo la forma de comprimidos en tratamientos cortos de algunos días no ocasionan efectos secundarios en las dosis habitualmente prescritas.
Los efectos adversos de los corticoides bajo la forma de comprimidos se producen en tratamientos prolongados, durante varias semanas o meses. Puede ocurrir un aumento de peso o presentarse una atrofia de la piel.