El síndrome de Cushing es difícil de diagnosticar, ya que no existe ningún síntoma específico de esta enfermedad.
Es importante diagnosticarlo precozmente: puede implicar una sobremortalidad y una morbilidad significativa.
Conjunto de las manifestaciones clínicas inducidas por una exposición crónica a un exceso endógeno de glucocorticoides.
La enfermedad o síndrome de Cushing o hipercortisolismo, afecta a 6 de cada 100,000 personas aproximadamente. Se desarrolla cuando la pituitaria es invadida por un tumor o hiperplasia, que provoca la secreción excesiva de la hormona llamada cortisol o adrenocorticotropa que también juega un papel muy importante en el control de inflamaciones.
Esta enfermedad se desarrolla principalmente entre los 20 y los 40 años y afecta principalmente a las mujeres.
Entre las causas que la provocan están:
- El uso prolongado de hormonas corticosteroides, como la cortisona o la prednisona.
- El desarrollar un tumor en la glándula adrenal o en la pituitaria, lo que provoca que se produzca una mayor cantidad de la hormona cortisol.
- Con mayor rareza, por padecer cáncer en alguna otra parte del cuerpo, sobre todo en las glándulas como la tiroides, ovarios, páncreas o timo.
Aunque no existen síntomas inequívocos del síndrome de Cushing, algunas señales nos pueden dar la alerta, como, por ejemplo, la hipertensión arterial o los desórdenes de glicoregulación.
Se aconseja una búsqueda del síndrome de Cushing en los siguientes casos:
Con el fin de confirmar el diagnóstico de un síndrome de Cushing se recomienda practicar los siguientes exámenes:
El paciente debe ser dirigido a un especialista en Endocrinología para la confirmación del diagnóstico de síndrome de Cushing.
Una vez confirmado el síndrome de Cushing y definido el tipo de síndrome, debe establecerse un tratamiento en colaboración con todos los profesionales de salud concernidos
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