La mayoría de las crisis de asma graves y las muertes provocadas por ellas, alrededor de 1500 cada año, podrían evitarse.
- La tasa de mortalidad en España 1960 era de 9.36 por 100.000 habitantes. En 2005 era de 2.22 por 100.000 habitantes. Su tendencia a decrecer es, pues, evidente.
- Esta situación es similar a la observada en la mayoría de los países.
- Cuando aparece una crisis grave, el enfermo sufre una intensa dificultad para respirar, se queda sin aliento y no puede expresarse con normalidad.
- La actividad cardiaca se acelera, los labios y los dedos se ponen de color azul.
- Algunos asmáticos no presentan otra manifestación que las de un gran ahogo o un gran cansancio. En ocasiones, no se escucha ningún silbido cuando se ausculta al paciente.
- A veces, los médicos diagnostican una crisis grave sólo haciendo soplar al paciente por un medidor de flujo espiratorio máximo. Se puede constatar una cifra inferior a un 30% de su valor normal.
- Estas manifestaciones obligan a llamar al Servicio de Urgencias con el fin de evitar una agravación hacia una descompensación respiratoria más grave.
- El riesgo es más importante se presenta en las mujeres y aumenta con la edad.
- El asma grave afecta esencialmente a personas de más de cuarenta y cinco años. Sin embargo, un adolescente muere cada semana a causa del asma.
- La mayoría de las crisis de asma graves aparecen en personas que no siguen un tratamiento adecuado o que no siguen correctamente el tratamiento aconsejado.
- Algunos accidentes están provocados por el rechazo de los pacientes a aceptar su asma por entenderla como una enfermedad que los invalida. Por tanto, los tratamientos aconsejados no se siguen correctamente.
Factores de riesgo del asma grave
- La ausencia de la percepción de molestias respiratorias.
- Un tratamiento insuficiente o no llevado a cabo según las dosis recomendadas.
- La ausencia de mejoría después de tomar varias inhalaciones de broncodilatador.
- La tardanza en el tratamiento de la enfermedad asmática.
- Uno o varios antecedentes de crisis grave.
- Exposición importante a los alérgenos a los que el asmático es sensible (por ejemplo, en plena época polínica, si es alérgico al polen).
- El tabaquismo.
- La obesidad.
- Las enfermedades cardiovasculares.
- Una infección.