La alergia es uno de los elementos más comunmente asociados al asma.
- Todos los alergenos pueden provocar asma: los ácaros, el polen, el látex, el moho, los medicamentos, los insectos, los anestésicos, los alimentos...
Otros factores que intervienen en la aparición del asma
El origen del asma puede estar asociado a una o más causas.
Los factores intervienen en proporción variable de una persona a otra. En una misma persona, pueden intervenir igualmente en proporción variable en función de la evolución del asma.
- La predisposición familiar y genética: a menudo encontramos en una misma familia una o varias personas asmáticas. Esta predisposición corresponde a una sensibilidad extrema de los bronquios a uno o varios alérgenos, como el polen o los animales, por ejemplo.
- Las infecciones virales que se repiten.
- El tabaquismo activo y pasivo.
- El aire frío y seco.
- El esfuerzo.
- El estrés : el estrés y la angustia son los elementos desencadenantes más importantes en una crisis de asma. Numerosos asmáticos describen la aparición de una crisis cuando sufren dificultades en su vida profesional o familiar. Pero no hay que relacionar únicamente la enfermedad asmática con el estrés, porque esto puede conducir a los enfermos a no llevar a cabo un tratamiento de fondo, bajo el pretexto de que la causa de su asma es el estrés.
- Los productos irritantes no específicos : pintura, disolventes, aerosoles, desodorantes...
- La contaminación atmosférica
La relación estrecha entre el asma y la rinitis
La relación entre la rinitis alérgica y el asma alérgico es conocida desde hace muchos años. Las paredes de los bronquios y de la nariz reaccionan de la misma manera frente a los alergenos.
Asma y rinitis alérgica son dos manifestaciones de la inflamación de las vías respiratorias.
- Siempre hay que investigar y tratar la rinitis alérgica en las personas asmáticas.
- Del mismo modo, hay que buscar la presencia de un asma en una persona que presente una rinitis alérgica.
Tratar rápidamente la rinitis alérgica puede evitar la aparición del asma. Por desgracia, numerosas personas viven con una rinitis que les provoca molestias y ni siquiera saben que ésta es de origen alérgico.
Debe llevarse a cabo sistemáticamente un chequeo alergológico si la rinitis persiste durante varios meses y se agrava a lo largo de los años.
También debe llevarse a cabo sistemáticamente una exploración funcional respiratoria (espirometría) en las personas que presentan una rinitis alérgica con el fin de verificar la ausencia del asma que podría pasar desapercibida.