Los suplementos alimentarios comprenden principalmente vitaminas, sales minerales, antioxidantes que se presentan bajo la forma de cápsulas, ampollas o tisanas.
Los suplementos alimentarios son consumidos para adelgazar, envejecer mejor, broncearse más rápidamente, etc.
Según un estudio efectuado aproximadamente en 80 000 franceses adultos, casi un cuarto de las mujeres y el 15 % de los hombres toman regularmente suplementos alimentarios y esto sin consultar con un médico en la mitad de los casos aproximadamente.
El estudio efectuado por Mathilde Touvier y Camille Pouchieu muestra que el magnesio, las vitaminas B6 y las vitaminas C son productos consumidos al menos 3 días por semana por el 15% de los hombres y el 28% de las mujeres.
El estudio fue efectuado en aproximadamente 80 000 adultos, el 75 % eran mujeres, de 45 años de edad en promedio que participaron en el estudio NutriNet-Santé. Entre ellos, el 17 % son fumadores y el 33 % son ex fumadores.
El consumo de suplementos alimentarios es más elevado en las mujeres quienes los utilizan para luchar contra el cansancio o mantenerse en forma y en buena salud.
El 45 % de los suplementos alimentarios son consumidos por una automedicación.
El 60 % de los suplementos alimentarios son consumidos regularmente por más de un año, con un promedio de aproximadamente 3 meses al año.
Los beta-caroteno pueden contribuir despertando tumores latentes en los fumadores.
Los suplementos alimentarios pueden interferir con los medicamentos. La mayoría de las interacciones indeseables con los suplementos alimentarios ha sido observada con los que tienen interacción con el sistema nervioso central o cardiovascular.
Por otra parte, los suplementos alimentarios pueden modificar la actividad de los medicamentos disminuyendo o aumentando su eficacia pudiendo provocar una sobredosificación.
Según Mathilde Touvier, los suplementos alimentarios a base de productos naturales por ejemplo como el gattilier, el trébol rojo o la alfalfa son contraindicados en los pacientes afectados de cánceres ginecológicos.
Los productos a base de gattilier, DHEA, trébol rojo, alfalfa, soja, ñame o cohosh negro son contraindicados en caso de cáncer de próstata. Los productos a base de gattilier, DHEA, trébol rojo, aceite de lino son contraindicados en caso de leucemias (equinaceas).
Ciertas plantas como los fitoestrógenos (soja y extracto de salvia) y la fitoprogesterona (yam y gattilier) son desaconsejados para las mujeres que hayan tenido un cáncer de mama.