Las estatinas son medicamentos hipolipemiantes o anticolesterolemiantes. Son indicados para el tratamiento de la hipercolesterolemia aislada o asociada a una hipertrigliceridemia. La realización de una dieta adaptada acompaña este tratamiento medicamentoso. Estos medicamentos permiten retrasar la aparición o la agravación de las complicaciones relacionadas al ateroma. El colesterol malo es el causante de la aparición y formación de placas de ateroma también llamada aterosclerosis.
Las placas de grasa se acumulan en el transcurso de los años en las paredes internas de las arterias, provocando un espesamiento, un endurecimiento y una disminución de la elasticidad de las arterias.
Una placa de ateroma puede obstruir las arterias que irrigan el corazón, el cerebro y los miembros inferiores. De este modo pueden aparecer una angina de pecho o un infarto de miocardio, un accidente vascular cerebral, una arteritis de los miembros inferiores, problemas de erección, etc.
Tahor, Vasten, Zokor, crestor, Elisor, Pravastina, fluvastina, atorvastatina, Simvastatina, Fractal, Lescol, Lodales son las principales estatinas.
Las estatinas, también llamadas inhibidores de la HMG-Co A provocan una baja significativa del colesterol total, de colesterol malo (LDL)
Así como una baja mucho más moderada de triglicéridos y un aumento moderado de colesterol bueno (HDL). Estos efectos permiten disminuir riesgos relacionados al desarrollo de las placas de ateroma.
Las estatinas actúan inhibiendo el HMG co-A reductasa, enzima que limita la síntesis hepática del colesterol y estimula la actividad de lipoproteínas, permitiendo así un aumento del nivel de LDL, colesterol malo.
La persecución de un régimen alimenticio es indispensable.
La utilización de las estatinas necesita una vigilancia regular que comprende particularmente un examen lipídico (colesterol, triglicéridos, colesterol total, HDL, LDL).