Con el nombre de agua de abedul se conoce a la savia del abedul que se recoge en primavera del tronco del árbol. Esta savia se puede recalentar para que se evapore el agua y obtener una gran concentración de glúcidos, el sirope de abedul, que se puede consumir puro o adicionado con glucosa. El agua de abedul se utiliza en fitoterapia porque la savia de abedul favorece las funciones de eliminación y ayuda al organismo a eliminar los deshechos ácidos. Favorece el drenaje, ayuda a luchar contra la retención de líquidos y la celulitis, y calma las dermatitis, los eccemas y la psoriasis. También combate los dolores de la artrosis y los parásitos intestinales.