El fluor es un miembro de la familia de los oligoelementos. Se designa con el símbolo químico F. Puede estar presente en el agua de beber. También lo encontramos en la sal, en pequeñas cantidades. Consumir un poco de fluor es bueno para los dientes: les ayuda a luchas contra las bacterias. El fluor limita el riesgo de formación de caries dentales. Sin embargo, no se debe consumir de forma excesiva. Una dosis excesiva y regular de fluor puede llegar a provocar lesiones en el corazón y en el hígado.