Los flujos vaginales marrones corresponden a la expulsión de sangre vieja. Son frecuentes al principio del embarazo pero también pueden ser síntoma de una enfermedad subyacente.
El flujo marrón procede de la vagina o el cuello uterino. A diferencia de la sangre fresca, de color rojo más claro y fuerte, el flujo marrón está compuesto de sangre vieja que el organismo ha tardado más tiempo en expulsar.
Entre los diversos tipos de hemorragia se distinguen la menorragia —pérdidas prolongadas o abundantes de sangre que aparecen con intervalos regulares— y la metrorragia, una hemorragia uterina irregular, frecuente pero no muy abundante.
Estos flujos son variables en el primer trimestre del embarazo y pueden preocupar a la madre, quien tiende a confundirlos con una amenaza de aborto. Se generan con frecuencia por la rotura de algún capilar.
Si no estás embarazada, los flujos de color oscuro pueden estar relacionados con la toma de anticonceptivos, quistes ováricos, pólipos o cáncer aunque también se trata de un fenómeno natural durante el embarazo.
Este tipo de sangrados son el resultado de un desequilibrio hormonal relacionado con la toma de anticonceptivos orales. Aparecen al inicio del tratamiento pero también cuando no se toma la píldora anticonceptiva o no se ingiere una cantidad suficiente.
Los quistes son bultos que se desarrollan en el tejido ovárico. Además de dolores abdominales, pueden causar flujos fuera de la menstruación.
Este tipo de sangrado no tiene por qué estar relacionado con ninguna enfermedad pero puede indicar la presencia de pólipos.
El sangrado de color marrón oscuro puede deberse, en gran medida, a un fibroma uterino o al desarrollo de pólipos uterinos. Estos últimos son tumores benignos, una condición relativamente común que afecta a la mucosa uterina (endometrio).
El flujo marrón es asintomático, a menudo, detectado en ausencia de signos de alerta (por ejemplo, durante un examen ginecológico). El cáncer de cuello uterino puede diagnosticarse mediante exámenes clínicos, incluyendo una prueba de Papanicolaou. Los pequeños sangrados entre periodos menstruales o después de la menopausia pueden ser síntomas de cáncer de útero, por eso deben vigilarse.
El regreso de la menstruación después del parto, de una infección o una operación quirúrgica puede provocar flujo de color marrón.
En caso de flujo oscuro de origen desconocido, se recomienda consultar a un ginecólogo. Este profesional de la salud llevará a cabo un diagnóstico completo y, posiblemente, realizará exámenes y pruebas específicas.
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