Creada por el psicoanalista Fritz Perls, la terapia Gestalt se clasifica dentro de las terapias psicocorporales. Es decir, que tiene en cuenta a la vez el espíritu y el cuerpo del paciente. La practica el práctico Gestalt y parte del principio de que para sentirse bien el paciente debe conocerse bien a sí mismo en su conjunto. Cuerpo, emociones, recuerdos: todas estas nociones se exploran de forma conjunta, como un todo, para ayudar al paciente a tomar conciencia de sí mismo. La terapia Gestalt puede ayudar a curar muchas patologías: timidez extrema, fobias, traumatismos después de un accidente, etc.