El diente temporal, o diente de leche, es un diente que aparece en el niño pequeño, entre los tres meses y un año, y se cae entre los 6 y los 12 años. Por tanto, el niño pequeño tiene una dentición temporal que se compone de 8 incisivos, 4 caninos y 8 molares. Cuando el diente temporal se cae se sustituye por un diente permanente, por lo general más grande. El esmalte de los dientes es más delgado que el de los dientes permanentes. Aunque son más susceptibles a padecer caries, sin embargo son más fáciles de reparar.