El kiwi es una fruta que es muy rica en antioxidantes y en fibras. El kiwi ayuda a prevenir la aparición de patologías cardíacas, cánceres y enfermedades crónicas (entre las que están el asma), pero también ayuda a evitar los episodios de estreñimiento.
Es también útil para controlar el apetito y la glicemia en las personas que presentan una diabetes (de tipo 2). Además de ser extremadamente rico en vitamina C, el kiwi es capaz de luchar contra los radicales libres, responsables de numerosas enfermedades inflamatorias.