Linfomas en el niño: Definición y tratamientos

Los linfomas forman el tercer tipo de cáncer más frecuente en el niño y se dividen en dos grupos y diferentes tipos. Algunos son específicos en los niños, otros afectan tanto a niños como a adultos.

A continuación un panorama sobre los diferentes linfomas y cuales tratamientos son contemplados según su naturaleza.

Frecuencia de los linfomas en el niño y el adolescente

Los linfomas representan el tercer cáncer más frecuente en el niño (el 11 % de los casos), detrás de las leucemias (29 %) y los tumores del sistema nervioso central (24 %).

Los linfomas son frecuentemente más diagnosticados después de los 5 años de edad, sabiendo que el linfoma de Hodgkin es el tipo histológico de cáncer más frecuentemente encontrado entre los 15 y 19 años (el 22 % de los casos).

Linfomas malignos no hodgkinianos (LMNH)

Los linfomas malignos no hodgkinianos (LMNH) designan un grupo heterogéneo de tumores relacionados a la multiplicación anormal de las células linfoides, células que aseguran la defensa contra las infecciones bacterianas y virales. Los tumores afectan el sistema linfático, que está constituido de una red de vasos que transportan la linfa (líquido claro que contiene los linfocitos), ganglios y órganos linfáticos, como las amígdalas, la médula ósea, el bazo y el timo. Excepcionales antes de los 2 años de edad, los linfomas malignos no hodgkinianos son clasificados en cuatro grupos, según su tipo celular: linfomas de Burkitt (los más frecuentes en el niño), linfoblásticos, anaplásicos de células grandes y los linfomas difusos de células B grandes.

Las estrategias terapéuticas son diferentes según el tipo celular del linfoma no hodgkiniano.

Linfomas de Burkitt

Por ejemplo, los linfomas de Burkitt representan entre el 50 al 60 % de los casos de linfomas no hodgkinianos en Francia. Estos tumores principalmente se desarrollan a partir del tubo digestivo. Las manifestaciones frecuentes son dolores abdominales, náuseas, la aparición de ganglios o una alteración del estado general.

El linfoma de Burkitt es un linfoma de crecimiento muy rápido y necesita un tratamiento de quimioterapia con urgencia. Su tratamiento terapéutico se basa en una quimioterapia corta e intensiva que asocia varias moléculas (ciclofosfamida C, vincristina 0, prednisona P y doxorubicina AD = COPAD), administrado generalmente en dos curas consecutivas.

En caso de linfomas de Burkitt con extensión local y regional, la quimioterapia es reforzada y un medicamento es utilizado para prevenir la afección del sistema nervioso central (el metotrexato en alta dosis).

La quimioterapia también se intensifica en las formas con afectación medular o del sistema nervioso central. La tasa de curación de un linfoma Burkitt difiere según el estadio de la enfermedad (entre el 70 y 90 %). Las recaídas de los linfomas de Burkitt aparecen esencialmente durante el primer año.

Linfomas linfoblásticos

Los linfomas linfoblásticos son también tratados por quimioterapia que comprende numerosos medicamentos diferentes. El tratamiento intensivo, que se prolonga durante 1,5 a 2 años es asociado a una profilaxia neuromeníngea sistemática. La tasa de curación está comprendida entre el 75 y el 90%.

Linfomas de células B grandes

Los linfomas de células B grandes son tratadas de manera idéntica a los linfomas de Burkitt, la eficacia del tratamiento es similar.

Linfomas anaplásicos de células grandes

El plan de tratamiento de los linfomas anaplásicos es bastante parecido al de los linfomas de Burkitt. La quimioterapia es intensiva y bastante corta.

La tasa de curación de este tipo de linfoma actualmente es estimada entre el 70 y 80 %.

Lugar de la radioterapia

La radioterapia no es indicada debido a una relación de beneficios y riesgos desfavorable. Puede ser contemplada en ciertos casos excepcionales (masa residual en el mediastino, afección meníngea inicial).

Linfomas hodgkinianos (enfermedad de Hodgkin)

La enfermedad de Hodgkin es una forma particular de linfoma. Esta enfermedad maligna del sistema linfático se encuentra raramente en el niño de menos de 15 años (5 al 10 % de los casos).

Es 5 a 10 veces menos frecuente que los linfomas no hodgkinianos. El pronóstico de la enfermedad de Hodgkin es generalmente bueno. Una remisión prolongada es obtenida en el 95 % de los casos para las formas localizadas y un 70 % para las formas más extensas. La enfermedad es diagnosticada después de identificación de uno o varios ganglios grandes situados bajo la piel o en profundidad, cerca del corazón (mediastino) o en el abdomen. Otros síntomas son a veces asociados: fiebre sin infección, sudor, adelgazamiento. El tratamiento de las formas localizadas la enfermedad de Hodgkin asocia una quimioterapia (cuatro curas de VBVP: Vinblastina, Bleomicina y VP16) y una radioterapia (en segundo lugar).

Otras combinaciones de medicamentos de quimioterapia son utilizadas para tratar las enfermedades de Hodgkin de estadio III y IV, en asociación con una radioterapia.

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