Estamos ante una inflamación del intestino cuando aparecen dolores abdominales, acompañados o no de deposiciones líquidas o pastosas, dificultades en la digestión o gases.Ciertas enfermedades, como la rectocolitis hemorrágica o en la enfermedad de Crohn, provocan una inflamación del intestino. Pero también puede ser causada por el estrés, la falta de deporte o una alimentación inapropiada. Los alimentos ricos en grasas, en fibras o en granos aumentan los riesgos de inflamación del intestino.