El dolor torácico es uno de los síntomas más frecuentes que requiere atención médica. En primer lugar, siempre se deben descartar los problemas pulmonares y cardiacos. Aún así, siempre hay que tener en mente que hay una enfermedad llamada costocondritis (también conocida como síndrome de Tietze) que puede ser la responsable de dolores torácicos intensos y duraderos.
Es conocido también con otros nombres como Condropatía Tuberosa de Unión Costocondral, Síndrome de la Costocondritis o Condritis Esternocostal. La costocondritis es una inflamación de la articulación que une el esternón con las costillas o bien, de la articulación costo-condral (entre costilla y cartílago). Provoca un aumento de tamaño de esta unión, dolor al tocarla, al mover el tórax o al respirar (ya que la zona inflamada se mueve al hacerlo).
Puede afectar a uno o a varios cartílagos costales, pero los más frecuentemente afectados son los más altos (2ª a 4ª costilla), y más en el lado izquierdo. El dolor aumenta con la palpación sobre el sitio afectado y también con los movimientos de la parrilla costal. Es una enfermedad osteomuscular rara, una inflamación benigna, no supurativa, que evoluciona espontáneamente a la curación en semanas o meses. Suele afectar a personas jóvenes de ambos sexos (entre los 20 y los 40 años).
La causa de la costocondritis es desconocida. Sin embargo existen varías conjeturas en cuanto a su origen: puede ser causada por lesiones traumáticas torácicas o costales, o por simples aumentos de presión mantenidos en el tiempo o repetidos en dichas zonas. También puede estar asociada infecciones virales tipo resfriado común y otras infecciones de las vías respiratorias
La costocondritis puede asociarse a enfermedades sistémicas inflamatorias, preferentemente con participación articular como la poliartritis reumática, artritis psoriásica o el lupus eritematoso sistémico. Se ve también asociada a angustia y a estrés. Tampoco se descarta el origen idiopático o de causa desconocida.
Se presenta en la mayoría de los casos como un dolor torácico en la zona cerca del esternón. Frecuentemente aparece también una tumefacción dolorosa con o sin enrojecimiento del cartílago de una o más de las primeras costillas, especialmente en la segunda, a nivel de la articulación condro-costal o de la esterno-costal. Su inicio es unilateral agudo y localizado, puede ser gradual o repentino. El dolor puede irradiarse hacia los brazos y los hombros. El dolor se manifiesta o aumenta con los movimientos: al toser, estornudar o incluso también con la tensión emocional.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico. La historia clínica y la exploración suelen ser suficientes, sin embargo, para diferenciarlo de otros procesos, pueden ayudar algunos exámenes complementarios como la ecografía, el escáner o la gammagrafía ósea. Siempre se deben descartar otras causas importantes de dolor torácico como las causas cardíacas o los problemas pulmonares. El tipo de dolor que provoca, como puede asemejarse al dolor de origen coronario (angina de pecho o infarto de miocardio), hace que a veces lo simule y confunda en el diagnóstico. No existe una prueba específica para su diagnóstico. La radiografía de tórax suele ser normal.
Se impone siempre hacer un diagnóstico diferencial con otras causas de dolor torácico. El Síndrome de Tietze siempre debe ser diferenciado de otras causas de dolor torácico como la displasia mamaria, la mastalgia (dolor a nivel de la mama), del dolor de la angina de pecho o de un proceso isquémico coronario. Deben descartarse también las causas pulmonares que pueden provocar dolor. Las artritis infecciosas, la artritis reumatoide, la gota. Siempre se debe de tener en cuenta que ante un dolor torácico, se debe acudir a un médico de forma inmediata para que excluya otras enfermedades que son más peligrosas.
Hacer reposo relativo. El tratamiento ideal es con antiinflamatorios no esteroideos por una a dos semanas (es el tiempo de duración habitual de esta enfermedad). Aplicar frío local.
En algunos casos pueden realizarse infiltraciones locales. Si persiste el cuadro podría llegar a tener que extirparse quirúrgicamente la zona afectada aunque este tratamiento es excepcional. Fisioterapia: cuando el síndrome de Tietze se hace crónico puede intentarse una tratamiento con fisioterapia o laserterapia. En general son suficientes 10 o 20 sesiones realizadas con una frecuencia de 2 o 3 veces por semana, en la misma sesión se combinan ambas técnicas.
Habitualmente no es una enfermedad grave y desaparece espontáneamente en unas semanas. En algunos vuelve a aparecer de nuevo al cabo de un tiempo de forma recurrente: tiende a resolverse de forma espontánea en el plazo de unos dos meses, pero a veces este plazo se prolonga, y en ocasiones se mantiene de forma crónica (hablamos entonces de costocondritis crónica).
Costocondritis (Síndrome de Tietze)
Síndrome de Tietze, costocondritis