La alimentación de los deportistas no debe ser pasada por alto. Lo ideal es ingerir las proteínas alrededor de tres horas antes del ejercicio, y seis horas antes en los que concierne a las grasas. Las frutas secas y frescas así como los jugos es conveniente tomarlos en las dos horas previas a la actividad deportiva. Durante el ejercicio, es recomendable beber pequeñas cantidades de agua cada quince minutos. Después del esfuerzo, en los grandes deportistas es aconsejable una bebida de recuperación.