La visión escotópica designa la visión de noche (nocturna) por oposición a la visión fotópica (visión de día) y a la visión mesópica (o visión crepuscular) que se sitúa a medio camino entre las dos. Esta visión escotópica es gestionada por 120 millones de bastones colocados en la periferia de la retina y que permiten ver en condiciones de baja luminosidad. La visión escotópica es mejor cuando se han pasado unos 20 minutos en la obcuridad y es máxima a los ¾ de hora.