Los trastornos visuales reagrupan numerosas afecciones más o menos serias asociadas a factores de riesgos y causas múltiples.
A continuación las patologías más frecuentes que alteran la visión.
La enfermedad de Horton forma parte de las enfermedades autoinmunes, cuyas causas son todavía desconocidas.
El envejecimiento del cristalino es la principal causa de la catarata, que también cuenta varios factores de riesgo, como una exposición importante y regular a los rayos solares (sin protección de los ojos), ciertos problemas alimentarios (consumo excesivo de alcohol) o incluso la diabetes azucarada y la obesidad.
El glaucoma crónico es frecuentemente asociado a una hipertonía ocular, que se define por una presión intraocular anormal. Ésta es causada por la degeneración de la red trabecular, un tejido fibroso que cuando envejece, reabsorbe menos rápido el humor acuoso. Otros factores (particularmente genéticos) son la causa de una fragilización del nervio óptico, responsable de un glaucoma crónico.
Finalmente, algunas enfermedades crónicas (diabetes o hipertensión arterial) que predisponen también a la aparición de un glaucoma crónico.
La esclerosis en placas a menudo la causa de aparición de una neuritis óptica, que también tiene orígenes infecciosos (por ejemplo: sífilis, herpes), autoinmunes y medicamentosos. La neuritis óptica también puede ser secundario a una vasculitis.
La causa es accidental, como la proyección de un cuerpo sólido o líquido en el ojo.
Un traumatismo ocular es la causa más frecuente de un desprendimiento de la retina en las personas jóvenes. Ciertos factores de riesgo predisponen a esta patología, como la miopía (fuerte) y un antecedente de operación en la catarata.
Varios factores predisponen a la aparición de un glaucoma agudo (o "glaucoma de ángulo cerrado") como la hipermetropía, la catarata y la genética.
La queratitis puede ser causada por un virus del grupo herpes, un adenovirus, ciertas amebas (transmitido por lentes de contacto sucios), rayos UVB o diversos productos químicos en contacto con el ojo.
Las causas de la retinitis pigmentaria todavía no son claramente establecidas, aunque esta enfermedad tiene un carácter hereditario.
La uveítis es causada más a menudo por una infección (herpes, varicela y herpes zóster) y la forma anterior de la enfermedad puede ser causada por diferentes enfermedades crónicas como la sarcoidosis, la espondilitis anquilosante, la enfermedad de Crohn, etc.
Las causas de la diplopía binocular son múltiples; además del consumo exagerado de alcohol, está posiblemente relacionado a la presencia del quiste detrás del ojo, a un traumatismo, a la afección neurológica, a una inflamación o a la enfermedad de un músculo del ojo o la enfermedad de Basedow.
El astigmatismo, la catarata y la mancha en la córnea son a menudo los responsables de la aparición de la diplopía monocular.
Además de las causas de la retinitis explicadas anteriormente, te dejamos las causas de los diferentes trastornos visuales que pueden manifestarse por una percepción deformada de los objetos.
El coroiditis aparece debido a diferentes infecciones de orígenes bacterianos, virales o parasitarios.
La toxoplasmosis es la causa de coroiditis más frecuente.
Las causas precisas de la degeneración macular son todavía desconocidas. Varios factores genéticos y otros factores todavía mal identificados, desempeñan un papel en el desarrollo de la enfermedad a partir de los 50 años de edad.
El origen exacto de una migraña oftálmica es todavía desconocido. Causas físicas (vasodilataciones o vasoconstricción de los vasos a nivel craneano) y hereditarias tendrían un papel en la activación de la enfermedad, lo mismo que ciertos factores como la falta de sueño o el estrés.
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