La risperidona es un medicamento utilizado para tratar la esquizofrenia, los episodios maníaco (trastorno bipolar) y ciertos trastornos del comportamiento vinculados a cuadros de Alzheimer o de retraso mental.
Este medicamento se administra por vía oral y se presente bajo la forma de comprimidos recubiertos.
La risperidona está recomendada en los casos siguientes:
La risperidona atenúa estos síntomas o previene su aparición. La dosis diaria recomendada y la duración del tratamiento dependen de los síntomas, su gravedad y de la edad del paciente.
La risperidona está contraindicada en personas hipersensibles a su principio activo (risperidona) o a alguna otra sustancia contenida en su composición.
Este medicamento puede tener efectos secundarios. Los efectos secundarios más frecuentes son: parkinsonismo (temblores y contracciones musculares), cefaleas (dolores de cabeza), somnolencia y trastornos del sueño (insomnio).
En algunos casos, la risperidona puede ocasionar otros efectos secundarios tales como: neumonía, bronquitis, sinusitis, infecciones urinarias o auriculares, pérdida o aumento del apetito, depresión, ansiedad, vértigo, taquicardia, trastornos de la visión, trastornos digestivos (náuseas, vómitos) y reacciones cutáneas.
Las náuseas, el insomnio y los vómitos han sido observados en pacientes que han interrumpido bruscamente el tratamiento de risperidona. En consecuencia, se recomienda reducir la dosis progresivamente con el fin de evitar la aparición de efectos indeseables.