Sintetizada de forma natural por el cuerpo, las hormonas peptídicas desempeñan un papel de mensajero y estimulan a las glándulas endocrinas del organismo para producir más hormonas. Las hormonas peptídicas, entre otras cosas, favorecen la producción de testosterona o de corticosteroides. Utilizando medicamentos dopantes a base de hormonas peptídicas, los atletas obtienen una producción masiva de hormonas anabolizantes (que favorecen el desarrollo muscular y mejoran la fuerza) y anti-inflamatorias (que facilitan la recuperación), por ejemplo.