Las lesiones óseas pueden ser simples fracturas, como cualquier persona puede tener en caso de un traumatismo, o ser más graves como un cáncer, sobretodo. El tumor puede ser benigno (osteocondroma, osteoma o condroblastoma, por ejemplo) y no ser particularmente peligroso. También pueden ser malignos (osteosarcoma, condrosarcoma o sarcoma de Ewing) y poner en juego el pronóstico vital. Las metástasis también son lesiones óseas debidas a la migración de las células cancerosas a los huesos.