Una herina narcisista toma su origen de Narciso, un personaje de la mitología griega que, a fuerza de mirar su reflejo en un lago acabó por caerse dentro y morir ahogado. En psicolanálisis, una herida narcisista está ligada a una toma de conciencia. El sujeto realiza que la imagen que tenía de sí mismo o de alguien de su alrededor era errónea. Esta toma de conciencia puede provocar una pérdida de confianza en sí mismo importante y conducir a la depresión. La psicoterapia es el tratamiento de primera elección.