La confusión se caracteriza por la aparición de transtornos neuropsíquicos. Se manifiesta por una falta de atención, transtornos del humor y del comportamiento, insomnio, pérdida de memoria, alteración del juicio y un discurso incoherente. El estado de confusión en una persona mayor puede ser provocado o agravado por una afección neurológica, una infección, una sustancia tóxica o transtornos del metabolismo. El tratamiento a seguir dependerá de la causa responsable y de la gravedad del transtorno.