La ciprofloxacina es una sustancia antibiótica de síntesis que pertenece al grupo de fluoroquinolonas. Su acción es esencialmente bactericida. Este medicamento antibiótico es indicado en las infecciones neumológicas (bronquitis, neumonías), ginecológicas o ORL (otitis, sinusitis). La ciprofloxacina es administrada por vía oral o por vía intravenosa (en un centro hospitalario, por un equipo médico o paramédico).
La ciprofloxacina es utilizada en el tratamiento de un cierto número de patologías de origen bacteriano. Es empleada particularmente en caso de infecciones broncopulmonares y neumonías, como bronconeumopatías crónicas obstructoras (EPOC), en caso de infecciones cutáneas o musculares, infecciones osteoarticulares, infecciones digestivas o que afectan órganos, infecciones ginecológicas (como uretritis gonocócicas), infecciones urinarias (incluido pielonefritis), meningitis, otitis (externos o medias crónicas) y sinusitis.
La ciprofloxacina es capaz de neutralizar las enzimas bacterianas, de modo que estas no pueden replicarse más (actuando sobre el ADN girasa que es necesario para la replicación, la transcripción, la reparación y el recombinación del ADN de las bacterias). Esto provoca naturalmente el cese de toda multiplicación celular y el tratamiento de la infección en curso.
La ciprofloxacina es un antibiótico de amplio espectro capaz de actuar tanto sobre bacterias Gram positivo como bacterias Gram negativo o contra otros gérmenes (especialmente mobiluncus). Resulta muy eficaz contra las bacterias de la familia Enterobacteriaceae, contra Aeromonas, Arcobacter, Bacillus anthracis, Brucellae, Campylobacters, Chlamydiae, Citrobacter koseri, Francisella tularensis, Haemophilus ducreyi, Haemophilus influenzae, Legionella, Moraxella catarrhalis, Mycobacterium intracellulare, Neisseria gonorrhoeae, Neisseria meningitidis, Pseudomonas aeruginosae, Vibrio y Yersinia pestis.
Los principales efectos secundarios generados por la ciprofloxacina son digestivos (dolores de estómago, hinchazones de vientre, náuseas, vómitos, diarreas) y cutáneos (erupción cutánea). Pero la ciprofloxacina provoca a veces también dolores musculares o articulares, dolores de cabeza, aturdimientos, trastornos de sueño, de la vista incluso convulsiones.